Maldita cifra récord: por primera vez en las últimas décadas se supera el umbral de los 600 suicidios en Catalunya en un mismo año, según los registros oficiales. El año 2022 se suicidaron en Catalunya 607 personas, lo que supone que unas 50 personas se han quitado la vida cada mes. El número de personas que se suicidan va en aumento año a año, con un acusado crecimiento progresivo desde el 2016. De hecho, en solo 15 años, la cifra de suicidios en Catalunya ha subido un 25%: en 2006 y 2007 el número de personas que se quitaron la vida no llegó a las 400.

Según los datos oficiales del Departament de Salut de la Generalitat, que se han hecho públicos este jueves, el número de episodios de conducta suicida —ideaciones serias o tentativas— en Catalunya en el 2022 ha sido de 7.538. Se ha producido un aumento enorme, ya que el 2021 eran 6.531 y el 2020 4.291, aunque el doctor Diego Palao, coordinador del Plan de Prevención del Suicidio de la Generalitat, explica que este crecimiento también se debe a que ahora se registra más y se detecta más. Aun así, Palao destaca que a partir de la pandemia, desde finales del 2020, ha habido un aumento muy significativo de las conductas y tentativas suicidas.

Más hombres suicidas, pero más intentos en mujeres

La mayoría de las personas que se suicidan son hombres: prácticamente tres de cada cuatro víctimas del suicidio lo han sido en 2022, el 72%. Se trata de un balance constante en el tiempo, que ha sido de forma similar durante los últimos 20 años, según los datos oficiales de la Generalitat. Aun así, los episodios de ideaciones y tentativas son el doble en mujeres que en hombres. Eso se explica, según el doctor Palao, porque las mujeres utilizan métodos menos letales, como la ingesta de pastillas, mientras que los hombres tienden a utilizar métodos más letales.

Salut también ha destacado que a partir del 2022 ha habido una cierta disminución de las conductas suicidas en mujeres jóvenes menores de 18 años, el perfil de población en donde está la incidencia mayor. "Por fin parece que hay un cambio de tendencia, cosa que nos preocupaba mucho", ha afirmado Palao.

Grave problema de salud pública

Desde 2003, cada 10 de septiembre, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), promueve el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, para una mayor concienciación. El suicidio, muy vinculado a las enfermedades mentales y al sufrimiento psicológico, a menudo se produce en personas que se encuentran en situaciones de estrés y malestar vital, como problemas económicos, falta de expectativas, ruptura de relaciones, haber pasado experiencias traumáticas, pérdida de seres queridos, o enfermedades crónicas, según la evidencia científica documentada. También está demostrado que vivir conflictos, violencia, catástrofes, pérdidas y aislamiento puede llevar a conductas suicidas. De hecho, las tasas de suicidio son más altas en grupos de personas vulnerables o que sufren discriminación social: refugiados, migrados, personas recluidas, personas del colectivo LGTBI, personas en situación de pobreza, etc.

"Cada vez que tenemos consumación de un suicidio es un fracaso de todos juntos, del sistema y la sociedad", ha afirmado el conseller de Salut, Manel Balcells, que explica que es un fenómeno multifactorial: "De salud, a veces bioquímica, a veces genética, a veces entorno, a veces cultural...".

Segunda causa de muerte en jóvenes en Catalunya

El suicidio es un grave problema de salud pública reconocido. La OMS estima que aproximadamente 800.000 personas mueren cada año a causa del suicidio en todo el mundo: una muerte cada 4 segundos. Y por cada persona que se suicida, hay 20 más que lo intentan. Además, la conducta suicida tiene un gran impacto en las familias y las comunidades. Se estima que cada suicidio afecta a un entorno de 135 personas.

En Catalunya, el suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años, y desde 2020 el número de suicidios de personas jóvenes ha aumentado bastante. La crisis sanitaria y socioeconómica originada por la COVID-19 el año 2020 impactó especialmente en la población joven. Catalunya cuenta, desde el 20 de junio de 2022, con un servicio especializado en la atención telefónica a personas con conducta o ideación suicida, y a sus familiares o personas próximas, el 061. El servicio está formado por un equipo especializado en salud mental, profesionales de enfermería, de psicología y de psiquiatría, y funciona 24 horas al día, todos los días del año. El del Ayuntamiento de Barcelona es el 900 925 555, y el Teléfono de la Esperanza, es el 717 003 717.

Prioridades de futuro

Según ha anunciado Salut, las prioridades por 2023 en materia de suicidio son incorporar la atención a supervivientes —familiares, compañeros y amigos del suicida—, crear el Observatorio de Prevención del Suicidio, que hará campañas de concienciación, vigilancia y propuestas de innovación; y, finalmente, potenciar la prevención al ámbito educativo, universitario y penitenciario.