Familiares, compañeros y varias autoridades se han unido este sábado en un multitudinario y emotivo homenaje a los dos agentes rurales que murieron el pasado 21 de enero cuando un cazador los disparó dos disparos a cada uno en Aspa, en el Segrià. Unas 400 personas venidas de todo el territorio han recordado a Xavier Ribes y David Iglesias y han aprovechado para pedir al presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont -presente en el acto-, que se mejoren las condiciones de trabajo del cuerpo de agentes rurales.

El homenaje, que ha tenido lugar muy cerca de la zona del crimen, en la Reserva Natural del Mas de Melons, al término de Castelldans, ha reunido a unas 400 personas, la mayoría compañeros de profesión de todo el Estado y Francia. Las familias han reivindicado ante las autoridades que las víctimas estaban "desprotegidas" en el momento del crimen.

Aparte de los parlamentos, se ha descubierto una placa conmemorativa en una doble escultura dedicada a las víctimas. Además, los hijos de Ribes e Iglesias han liberado simbólicamente dos aves.

Debate nacional sobre la seguridad de los agentes rurales

El pasado 21 de enero, mientras hacían un control rutinario de caza en el coto de Aspa, a Ismael Rodríguez, cazador de Vacarisses, les disparó con una escopeta en la cabeza y después confesó el crimen a los Mossos. Actualmente está en prisión provisional.

La trágica muerte de los dos agentes rurales en Aspa puso sobre la mesa la falta de medidas de seguridad de los efectivos del cuerpo. Días después del crimen el Comité de Seguridad y Salud del cuerpo de Agentes Rurales consensuó incrementar las medidas de seguridad de forma extraordinaria. En concreto, se decidió hacer controles de caza en equipos formados por grupos de tres personas en vez de dos, vistiendo chalecos antibala y equipados con un arma de fuego.

También se acordó crear un grupo de expertos en seguridad para la cual determine qué medidas definitivas tendrán que adoptar los Agentes Rurales, tanto con respecto a los controles de caza como en el resto de actuaciones del cuerpo. Al Comité de Seguridad y Salud del cuerpo de Agentes Rurales lo forman miembros de la dirección de este cuerpo, de la subdirección general de Recursos Humanos, Organización y Relaciones Laborales, y también delegados de Prevención de los diferentes sindicatos, aparte de representantes de la Administración.

El Síndic de Greuges se implica en la investigación del caso

Por su parte, el Síndic de Greuges anunció el 26 de enero la apertura de una actuación de oficio para investigar los hechos relacionados con el crimen de Aspa. Por una parte, investigar las condiciones laborales y la seguridad de Cuerpo de Agentes Rurales así como también pedir información sobre los procedimientos de concesión de licencia de armas, competencia de la Guardia Civil. El mismo día de los hechos, el Síndico ya dijo a través de Twitter que pediría esta información a la Guardia Civil, un tuit que motivó al coordinador general del PPC pidiera la dimisión de Ribó por ''extralimitarse'' en sus funciones al entender que había insinuado una supuesta responsabilidad del cuerpo policial en los hechos.

El abogado de las familias señala a la Generalitat

En el ámbito judicial, el abogado de la familia de las víctimas, Pau Simarro, considera que el caso de los agentes rurales muertos en Aspa es similar al de los Bomberos muertos al incendio de Horta de Sant Joan, por lo cual, pide que la Generalitat asuma "su parte de culpa" en el trágico suceso. Por eso, el 13 de febrero (después de la declaración en el juzgado de los compañeros de caza de Rodríguez) anunció que pondrán en marcha un proceso contra la Administración por un supuesto delito contra la seguridad de los trabajadores, y, si se archiva, harán una reclamación patrimonial de indemnización que podría llegar a los 400.000 euros en total.

Simarro lo considera así porque los dos agentes rurales iban a ''pecho descubierto'' por el campo mientras los cazadores van armados. Además, afirma que después de los trágicos hechos del pasado 21 de enero, han salido a la luz una ''serie de denuncias'' de agentes rurales que aseguran haber sufrido amenazas por parte de cazadores que también los han encañonado con sus escopetas. El abogado insiste en que hasta que no se ha tenido que lamentar la muerte de dos agentes rurales por parte de un cazador la Generalitat no ha establecido más medidas de seguridad.