La Cambra de Comerç de Barcelona alerta que el déficit de gasto público en educación pública en Catalunya, que cifra en 628,7 millones de euros en el 2019 en relación con Europa, pone en riesgo la calidad de la enseñanza a consecuencia de la falta de profesorado. Para combatirlo ha reclamado un incremento del 11,5 % para igualar las condiciones. Según los datos, Catalunya es el territorio de todo el Estado, después de Madrid, que tiene más alumnos por profesor, con 11,6, una cifra muy superior a la de Extremadura y Navarra, con un 8,4. Por este motivo, es que reclaman el aumento del número de docentes para convergir con la media, y luchar por poder disfrutar de una enseñanza pública de mayor calidad.

La Cambra defensa que con el fin de garantizar una misma calidad en la enseñanza, la ratio entre alumno y profesor/a podría ser menor en centros de entornos más vulnerables, a causa de las mayores necesidades económicas de las familias a la hora de contratar clases particulares, o un mayor porcentaje de inmigración, etc. Con todo, la conclusión a la cual llegan es que Catalunya se tiene que aumentar la plantilla de docentes en centros públicos, especialmente en las zonas de mayor vulnerabilidad socioeconómica.

Gasto público por alumno

Según el informe presentado este miércoles, el gasto público en educación no universitaria por alumno en centros públicos de Catalunya tendría que ser de 6.846 euros para igualarla con la que hacen los países del entorno europeo y que tiene en cuenta el PIB per cápita. Estos 6.846 euros suponen un 11,5% más que la cifra que la Generalitat destinó por alumno el 2019, que fue de 6.142 euros.

Si se multiplica la diferencia de gasto de 705 euros por los 892.306 alumnos matriculados en Cataluña el curso 2019-2020, la cifra total se eleva a estos 628,7 millones de euros. La Cambra atribuye una parte del déficit en el gasto público al actual sistema de financiación autonómica, que recauda esencialmente en función del PIB y redistribuye según la población ajustada. En comparación con otras comunidades autónomas, Cataluña aparece en la quinta posición por la cola en cuanto a gasto público por alumno (6.024 euros el 2019, según datos del Ministerio de Educación). Esta cifra es, además, un 59% y un 28% inferior a las de las comunidades del País Vasco y Navarra, respectivamente.

Bajo rendimiento académico resultado de la falta de inversión

La Cambra valora positivamente el aumento del gasto en Educación, que se prevén a los presupuestos de la Generalitat para el 2023, todo y que, con una magnitud más baja en la del conjunto del presupuesto. En este sentido, exigen que Catalunya tiene que apostar por mejorar la calidad de la enseñanza pública para reducir la desigualdad de oportunidades. Uno de los métodos para conseguir este objetivo es mejorar la financiación. Concretamente, en los presupuestos del 2020, 2022 y 2023 (el año 2021 se prorrogaron) se han registrado incrementos del 6,9%, el 15,6% y el 4,1%, respectivamente. Sin embargo, el incremento previsto del gasto en educación en el 2023 es inferior al aumento del gasto consolidado del conjunto del sector público (7,6%).

El problema es que el déficit de financiación en la educación pública puede acabar comportando unos peores resultados académicos. Catalunya se encuentra en la parte baja de las pruebas PISA, que se realizan a los alumnos de 3 de ESO, por debajo de Alemania, Francia, Italia, Bélgica y Países Bajos. En concreto, la puntuación media en matemáticas a las pruebas PISA en Catalunya el año 2018 fue de 490 puntos, una cifra muy inferior a la de los Países Bajos (519). Además, es importante destacar la relación positiva entre el gasto público por estudiante y los resultados de las pruebas PISA. En concreto, en Bélgica y en los Países Bajos el gasto público por alumno no universitario fue de 10.453 € y 9.611 € el año 2019, respectivamente, una cifra muy superior a la de España (5.776 €) e Italia (6.742 €). Ahora bien, si se analizan comparativamente los resultados de las pruebas PISA con el Estado, los resultados son ligeramente mejores en Catalunya, a pesar del menor gasto público por alumno y el número mayor de alumnos por profesor.

La corporación indica que la inversión en educación está relacionada con unas mejores condiciones en el mercado laboral en Catalunya. Además, la educación no solo condiciona la trayectoria laboral de los individuos, sino también está relacionada con un nivel de bienestar físico más elevado. Los datos revelan que la esperanza de vida a los 30 años es más elevada para el colectivo con un grado universitario o superior (55,6 años en el 2019) con respecto a las personas con estudios hasta la ESO (53,4).

Sobrecualificación universitaria en Catalunya

Catalunya muestra una elevada polarización formativa, un factor que se podría explicar por los elevados niveles de desigualdad salarial en comparación con la mayoría de países europeos. Concretamente, la tasa de abandono prematuro de los estudios en Catalunya se situaba en el 14,8% en el 2021, lo que supone un 10,2% por encima del núcleo europeo. Por otra parte, el porcentaje de la población activa con estudios superiores a Catalunya es sistemáticamente creciente y muy superior de los 5 países de la UE citados, 5,7% y 34,3% en el 2021, respectivamente.

El principal problema es que a pesar del elevado gasto en educación universitaria por parte del sector público en Catalunya, el mercado laboral no es capaz de absorber todo el aumento de la población activa con estudios superiores. Como resultado de eso, el porcentaje de sobrecualificación universitaria juvenil, ocupados entre 25 y 34 años con estudios universitarios en puestos de trabajo que requieren un nivel de formación inferior, es sistemáticamente muy superior al total de España, un 35,3% el año 2019, en comparación con el núcleo de Europa, que es del 23,9%.