Aunque nos pueda resultar incomprensible, desde el punto de vista biológico existen una serie de especies, incluidas todas ellas dentro de la familia de los singnátidos (Syngnathidae), donde es el macho quien se queda embarazado y libera en el medio los huevos o los nuevos organismos completamente formados. Pongámosles nombre; hablamos de los caballitos de mar, de los peces pipa, de los caballitos pipa o de los dragones de mar, todos ellos, grupos de organismos integrados dentro de la familia de los singnátidos y que, en su conjunto, llegan a ser una cincuentena de especies diferentes, constituyendo así un número sin determinar porque cada año, según los expertos, aparecen de nuevas que se unen a la familia.

"En Europa solo encontramos dos tipos de caballitos de mar, uno es el Hippocampus hippocampus, el más común -aunque cada vez hay menos-, y el Hippocampus guttulatus, que sería la especie que encontramos en la parte del Atlántico, en Galicia, una de las especies más grandes que hay en el mundo y que pueden llegar a los 25 cm de longitud". Así lo explica Miquel Planas, científico titular del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) que, desde el 2007, se encuentra inmerso trabajando como director del grupo de biología y fisiología larvaria de peces, centrado sobre todo en el estudio del caballito de mar y los peces pipa. Una tarea que el experto desarrolla dentro del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, siendo este el primer proyecto de estudio en cultivo europeo que se inició con caballitos de mar y que es considerado hoy en día un grupo puntero de referencia a nivel mundial en este ámbito de estudio.

El investigador explica que a pesar de ser especies muy conocidas y muy icónicas para todo el mundo, desde el punto de vista científico se conoce muy poca cosa, "debido a qué son especies no muy abundantes y el acceso a ellas en el medio natural resulta complicado". Por otra parte, desde el punto de vista del cultivo son especies muy diferentes, ya que al nacer se diferencian por completo del resto de larvas o peces teleósteos. "Los caballitos de mar nacen totalmente desarrollados, como si fueran prácticamente adultos, pero en versión reducida". Eso hace que desde bien pequeños sean absolutamente independientes, desplazándose gracias a las corrientes marinas y siendo planctónicos, aunque más adelante, se alimentarán de pequeños crustáceos.

Casi todos los caballitos de mar son monógamos socialmente, tienen su pareja y están con ellos, pero hay especies que no

Caballito de mar Valkyrie Pierce unsplash

Ejemplar de un caballito de mar / Foto: Valkyrie Pierce - Unsplash

Respecto a su hábitat, este se encuentra asociado a las fanerógamas o a las macro algas marinas, fijándose a las comunidades vegetales donde encontrarán el alimento necesario y donde se mimetizarán del entorno para pasar desapercibidos de sus depredadores, que son los peces que van por el fondo, como el rape o cualquier otro con buena dentadura, ya que sueño animales donde prácticamente todo es osamenta. "Habitualmente se mueven poco y viven dispersos, pero con zonas muy concretas, normalmente con pareja", apunta Planas, donde detalla que pueden llegar a vivir entre 3 y 5 años, aunque en situaciones de cultivo, han visto a más de 6 años.

La excepción del reino animal; una sincronización calculada al milímetro

Pero si una cosa hace característica a la familia de los singnátidos dentro del reino animal, esta es su eficiencia reproductiva, siendo el macho quien se encarga de controlar y proteger los huevos hasta que nacen las nuevas crías. "Su sistema es una forma de sacar productividad a la reproducción, dándose una sincronización a la perfección entre los machos y las hembras; desde el momento en que el macho recibe los huevos de la hembra, empieza el desarrollo embrionario dentro de un saco recubierto, que durará entre unos 20 - 30 días según la especie," apunta Planas, que añade que mientras eso dure, la hembra empieza a producir o a madurar un nuevo grupo de huevos que durará exactamente el mismo tiempo de la embriogénesis del macho. "Desde el momento en que se aparejan, macho y hembra trabajan repartiéndose los papeles de la reproducción y haciéndola más eficiente", una sincronización que, si se desvía un solo día, puede hacer que los huevos de la hembra se sobre maduren y se acaben perdiendo, apunta el investigador que detalla que su ciclo reproductivo se inicia a principios de primavera hasta finales de verano, siendo este un ciclo dominado por la luz y la temperatura.

A lo largo del año, la transferencia de huevos de la hembra al macho se repite varías ocasiones -entre 3 o 6-, y en cada lote de nuevos juveniles encontramos entre 20 y 1.000 y pico nuevos individuos, según la especie. "Con los caballitos de mar, si le abres el saco, verás que todos los embriones son de la misma hembra, porque al introducir los huevos el saco se cierra. No pasa lo mismo en los peces pipa, donde encontramos a machos que traen los huevos sin ninguna protección y otros con una lámina de piel que taparían los huevos, un hecho que determinaría que en estas especies de peces, haya huevos de hembras diferentes".

La familia de los singnátidos apareció hace 35 millones de años debido a un calentamiento global de la Tierra, que produjo un crecimiento extenso de las praderas marinas

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La imagen titulada 'La luz lo cambia todo', de Lucía Sánchez-Ruiloba y Miquel Planas Oliver, ganó el concurso FOTCIENCIA17

Pesca y captura ilegal: los caballitos de mar en peligro

Cada año se capturan 50 millones de caballitos de mar que se utilizan en la medicina tradicional china, relata el experto, que explica como el sur de Portugal mismo, en la Ría Hermosa, existe la presencia de grupos que trabajan capturando a estos individuos de forma ilegal, que después pasan en España donde los venden secos y desde aquí envían a China para poder hacer uso. Eso y la destrucción de hábitats marinos, sobre todo de las praderas y de las comunidades de macro algas, son las principales causas que hacen que este grupo de individuos, se encuentre en regresión constante. Una problemática que sigue de bien cerca el investigador del CSIC, Miquel Planas, y que precisamente le recuerda al motivo principal por el cual decidió iniciarse con el estudio de los caballitos de mar; "por el interés en recuperar sus poblaciones en el medio natural, al observar que se encontraban y que se encuentran todavía a día de hoy en regresión constante".

El experto acaba recomendando a todos aquellos interesados en descubrir y profundizar sobre más aspectos de la familia de los Singnátidos, que visualicen el documental que viene a continuación, o con el libro El caballito de mar (Editorial CSIC y Catarata), donde el científico expone todo el conocimiento que ha adquirido de este grupo animal a lo largo de los años de investigación, con las peculiaridades especiales que los identifican y que hoy conocemos con más detalle.

"SyngDoc: El desconocido mundo de los Singnátidos"

Fuente: SyngDOC, financiado por FECYT y el CSIC.