Buenas noticias en Portbou. Los Bombers de la Generalitat han podido dar por controlado el incendio forestal que ha quemado durante todo el fin de semana en Girona. Durante la noche de este domingo, una treintena de dotaciones terrestres, entre camiones de agua y vehículos ligeros, han permanecido en el terreno, remojando todo el perímetro y apagando algunas cepas que todavía humeaban, y durante este lunes una quincena de dotaciones se repartirán en tres puntos estratégicos para llegar ràpidamente a cualquier punto de la zona afectada. Según los datos de Agents Rurals, las llamas han afectado a 573 hectáreas, de las cuales 387 pertenecen al municipio de Colera y 185 en Portbou. En cuanto a la afectación, es variada: desde el Servei Català de Trànsit (SCT) han informado que durante esta mañana los Mossos d'Esquadra han reabierto la carretera N-260, donde se ha podido retomar la circulación habitual de los vehículos, ya que hasta ahora solo podían pasar vecinos y trabajadores esenciales. 

La fuerte tramontana ha complicado mucho las tareas de extinción de este incendio, declarado en la tarde del viernes en una pista forestal cercana al pantano de Portbou. De hecho, las rachas de viento apenas han bajado de los 60 quilómetros por hora, una circunstancia que ha imposibilitado que despegaran la mayoría de los medios aéreos. Durante esta noche, han colaborado con los camiones de agua de los Bombers efectivos del Grup d'Actuacions Forestals (GRAF) y de los Equips de Prevenció Activa Forestal (EPAF), así como vehículos ligeros de coordinación y de mando, y la unidad media de mando. De cara a la jornada de hoy, lunes, se espera que el viento se mantenga en los 30 quilómetros por hora, pero poco a poco irá bajando.  

Los comerciantes reclaman subvenciones por las pérdidas económicas 

Muchos restauradores y comerciantes de los municipios de Portbou y Colera están pidiendo una compensación económica para hacer frente a la afectación que el fuego ha tenido en sus establecimientos. Según han explicado, el incendio ha hecho que la mayoría de sus reservas se cancelaran, dejando muchas habitaciones vacías y la comida fresca estropeada, ya que durante el sábado hubo un corte en el suministro eléctrico. Gael Rodríguez, alcalde de Portbou, ha asegurado que desde el Ayuntamiento se reunirán con los comercios para determinar "qué afectaciones han tenido" y para "poder ayudar a toda esta gente". El alcalde también ha explicado que son conscientes de que "muchos negocios tampoco han podido trabajar el sábado porque no había suministros básicos operativos y no podían abrir". Con todo, los restauradores calculan que las pérdidas han podido llegar hasta los 5.000 euros en algunos casos, por lo que sostienen que "tendría que haber algún tipo de ayuda porque, si no hay ingresos, es muy difícil afrontar todos los gastos".