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Los Bombers de la Generalitat se están organizando para salir hacia Ucrania con un convoy de cuatro furgonetas cargadas de material y volver con refugiados que quieren huir de la guerra que hace más de veinte días que inició Vladímir Putin y que castiga todos los pueblos y ciudades del país. El lunes 21 de marzo está previsto que los ocho bomberos y bomberas salgan del Parque de Cerdanyola dirección a la frontera de Polonia para entregar las cajas de material que han recogido por todo Catalunya a las ONG que hay sobre el terreno. Una vez entregada la ropa y los medicamentos, el objetivo será volver hacia Catalunya con una treintena de personas, refugiados, que hayan podido llegar a la frontera de Przemyśl y que quieran ir hacia Catalunya. La previsión de los organizadores, tal como ha explicado Carles Savalls, de Bombers de la Generalitat, a ElNacional.cat, es llegar otra vez el viernes 25 y entonces traer a los niños y las mujeres refugiadas, a los municipios de Catalunya que se están organizando para recibirlos.

Para recoger fondos para pagar la expedición, han abierto una cuenta corriente (ES22 2100 3849 0702 0004 6622) y han puesto en marcha recogida de material a los parques y entre todas las unidades del cuerpo. Si bien esta no es una expedición oficial de los Bombers de la Generalitat de Catalunya -el Govern recomienda hacer donaciones a ONG con infraestructura en la zona y evitar convoyes privados-, sí que cuenta con la simpatía de la Dirección General de Prevenció, Extinció d'Incendis i Salvaments (DGPEIS).

Podrán traer 28 personas refugiadas

La recogida de material ya ha arrancado en las siete regiones de emergencias de Catalunya y cuenta también con la colaboración de las unidades especiales de los Bombers, como el GRAF, el GRAE, el Grupo de Emergencias Médicas (GEM) o el departamento de comunicación del cuerpo y se espera que durante los próximos días sea todo el material trasladado hasta Cerdanyola, desde donde saldrá la expedición de Bomberos por Ucrania. Todo el material será cargado y trasladado hasta el país atacado por Rusia con cuatro furgonetas que serán conducidas por dos personas, miembros del cuerpo de los Bomberos.

El viaje de ida se hará con la mínima logística, es decir, no están previstas masas paradas y "dormirán como podrán, están acostumbrados a situaciones complicadas", asegura Savalls. Los esfuerzos se guardarán por la vuelta, que si todo va sobre el previsto, será con mujeres y niños que se marchan de la guerra, y que obligará a hacer más paros entre Polonia y Catalunya. Las cuatro furgonetas que formarán parte de este convoy, restando los dos conductores por vehículo, suman un total de unas 28 plazas que podrán ser ocupadas de retorno a nuestro país.

Los Bomberos, aunque la mayoría de los organizadores de esta expedición tienen experiencia de cooperación internacional en campos de refugiados, mantienen contactos con el Fondo Catalán de Cooperación con el fin de formarse sobre cómo actuar sobre el terreno en la frontera polaca y para saber a qué ONG que trabajan en la zona entregar el material. "También hemos intentado hablar con el Consulado de Ucrania por si tenían listas de gente que querían venir hasta Catalunya, pero la situación es muy dramática, llegan con tromba a la frontera, mucha gente ha perdido el contacto con sus familiares por los bombardeos y no existe ningún registro de gente que quiera refugiarse en Catalunya", asegura Savalls. Lo que sí que han coordinado es la llegada a nuestra casa: se están haciendo contactos con los ayuntamientos de municipios de Catalunya con el fin de poder trasladar a los refugiados en el viaje de vuelta.

Material Misión Ucrania / Bomberos de la Generalitat

Imagen del material entregado por otra expedición donde han participado miembros del cuerpo de Bomberos / Cedida

"Esperamos que no hagan falta más expediciones"

Desde una cuenta corriente que han abierto para esta expedición, los Bombers per Ucraïna recogen dinero para pagar el viaje. De momento, el alquiler de las furgonetas, ya ha costado unos 8.000 euros, a los cuales se tendrá que sumar la gasolina y los peajes en Francia y Polonia. El material, en cambio, se está recogiendo en los parques, y llega por los mismos Bomberos o también por donaciones que hacen otras personas que han respondido al llamamiento. La idea es, si funciona, repetir la expedición. "Esperamos que no haga falta, que se detenga la invasión y la guerra antes," asegura Savalls. De momento, sin embargo, las alarmas antimisiles no paran de sonar y ya son más de 3.000.000 de personas, la mayoría mujeres y niños, que han tenido que huir del país.