Contra la sequía, cualquier estrategia es válida. Esta máxima la ha puesto en práctica la basílica de Santa María del Pi, de Barcelona, para intentar atraer la lluvia, tan necesitada en estos momentos en Catalunya. Con la fase de emergencia decretada en gran parte del territorio que se abastece de las cuencas internas, y con los embalses por debajo del 15% de su capacidad, la basílica ha decidido actuar a su manera: intermediando directamente con Dios para hacer que la lluvia caiga del cielo.

Es por eso que este viernes 1 de marzo se dará el pistoletazo de salida a una maratón de misas. Según ha adelantado Betevé, hasta el sábado 9 de marzo, cada día tendrá lugar una plegaria a las 18.45 horas en la capilla de Sant Miquel; además, durante la misma semana también se producirán misas a las 19 horas en la capilla de la Puríssima Sang. Más allá de las plegarias, se celebrará el 9 de marzo una procesión que recorrerá diferentes calles de la Ciutat Vella, con la imagen del Santo Cristo de la Sangre encabezando la misiva. Después de este breve recorrido, que arrancará a las 20 horas —después de la misa de la noche—, se volverá a la basílica para clausurar el acto.

Las plegarias serán rogativas, ya que serán de súplica frente a la angustia social que supone la falta de lluvia. El Santo Cristo de la Sangre es uno de los iconos más utilizados en estas acciones, junto con la santa Madrona. La acción ha sido organizada por la Real e Ilustre Archicofradía de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, el Secretariado Diocesano de Hermandades y Cofradías y el Consejo General de Hermandades y Cofradías del Arzobispado de Barcelona.

Experiencias anteriores

No es la primera vez que la comunidad religiosa catalana opta por esta medida radical, pero hacía tiempo que no se veía. Hace casi un año, vecinos de Perpinyà convocaron la procesión de Sant Galdric, para rogar para pedir la finalización de la sequía. Unas semanas más tarde, la estrategia llegaba a Catalunya, con el obispo de Solsona presidiendo una misa en l'Espunyola, el Berguedà, para pedir lluvia, en una ceremonia que tuvo lugar en la iglesia de la Virgen de los Torrentes-Parroquia de Corrà, en el santuario de la Virgen de los Torrentes. Y encara un tiempo después, Castell de Mur, en el Pallars Jussà, decidió sacar el Santo Cristo para pedir lluvia urgentemente. Hasta ahora, sin embargo, no se han conseguido los resultados deseados.