Valentía, coraje y empuje es seguramente lo que mejor define el protagonista de esta historia, Marcelo Ortega, un joven barcelonés de 19 años que hace cosa de un año inició un viaje que le cambió completamente la visión del mundo y de la gente que lo rodea.
La aventura de Marcelo empieza al acabar segundo de bachillerato, cuando se veía perdido sobre cómo enfocar su futuro profesional, así que decidió hacer las maletas y emprender un viaje. La idea que tenía en un inicio era estar 15 días por la India, Nepal y Sri Lanka, con billete de vuelta para empezar a estudiar un grado universitario en septiembre.
Con lo que seguramente no contaba es que el problema de la contaminación del plástico con la que se encontró en Sri Lanka le impactara tanto. Tenía que hacer algo al respecto y no se podía quedar de brazos cruzados.
"Descubrí que había un problema ambiental muy grave: La indiferencia de la sociedad respecto a un enemigo tan perjudicial como es el plástico"
Según datos de la organización ecologista Greenpeace, cada segundo más de 200 kg de basura van a parar a los océanos, un 80% provenientes de la tierra. El 70% de esta basura queda en el fondo marino, un 15% en la columna de agua y un 15% restante en la superficie. Este hecho nos indica que solo vemos la punta de un gran iceberg de desperdicios y plástico.
Cada año acaban en el océano 8 millones de toneladas de plástico, un material que puede tardar siglos en desaparecer
De cara al 2020, se estima que el ritmo de producción de plásticos haya aumentado un 900% con respecto a los niveles de 1980 (más de 500 millones de toneladas anuales). La mitad de este incremento se producirá en solo la última década.
Marcelo se muestra plenamente sorprendido ante la indiferencia de los habitantes de la isla con la gran cantidad de plásticos y desperdicios con la que conviven, "ellos esperan que llegue un Dios al que todavía no le han puesto nombre, y lo limpie todo de golpe. Algunos le llaman gobierno, otros ayuda internacional... Pero nadie hace nada al respecto". El joven barcelonés se ve perplejo ante la actitud de los isleños pero se muestra más contundente todavía cuando se le pregunta sobre la concienciación que tenemos los ciudadanos de Europa, "es imposible imaginárselo, no se puede ni pensar, no se concibe desde Catalunya lo que hay aquí, ¡que no existe el concepto contenedor!".
El proyecto de Marcelo
Marcelo nos explica que recibe ayudas por parte del consejo municipal y la secretaría del gobierno nacional, con quien se dirigieron en una primera instancia explicándolos su proyecto y las iniciativas que querían implementar. "Queríamos destinar un día de limpieza a nivel generalizado de toda la isla y instalar las papeleras urbanas".
Una de las primeras iniciativas que llevaron a cabo fue la de pintar con pintura antioxidante antiguos barriles de petróleo para utilizarlos como contenedores de desperdicios en las playas con el texto de "use me", "utilízame".
Sri Lanka vive un momento complicado
El pasado 21 de abril, unos bombardeos impactaron la isla donde vive Marcelo, unos hechos que conmocionaron y afectaron a toda la población.
De cara a un futuro próximo, Marcelo tiene previsto volver a finales de julio en Barcelona. En Sri Lanka va a empezar un proyecto que consiste en botellas con filtros incorporados para contribuir a la sostenibilidad y reducir el consumo de botellas de plástico.
El joven explica que le gustaría poder estudiar relaciones internacionales para desarrollar ideas de negocio y poder enviar recursos económicos a Sri Lanka. Es una idea que tiene en mente para poder volver siempre que lo desee y hacer de este lugar un espacio más sostenible y saludable.