Los Mossos han imputado dos crímenes al atacante de Gavà. Se trata de dos homicidios de Miami Playa (Mont-roig del Camp) y de Vilanova i la Geltrú, tal como avanzó este diario ayer. Estos delitos se tienen que sumar a los tres homicidios en grado de tentativa contra los dos policías municipales de Gavà y la mujer que resultó herida en el bar atacado de la capital del Garraf. Las coincidencias de la munición han motivado la relación entre ambos hechos.
Según las últimas informaciones, el detenido habría matado a su exsuegro —la víctima de Mont-Roig. De hecho, una de las hipótesis de los investigadores es que el atacante, que sigue hospitalizado recuperándose de las lesiones por arma de fuego, estaba dando vueltas por los alrededores del tanatorio de Gavà, donde se había enterrado su ex suegro, esperando que saliera su antigua pareja para abordarla.
Las autoridades están registrando en estos momentos la casa del atacante. El autor de los hechos fue detenido ayer por la tarde a la urbanización de Muntanya de Mar (Canyelles) después de haber perpetrado un ataque con una kalashnikov contra dos policías locales cerca del tanatorio de Castellbisbal-Gavà. Según ha podido saber El Nacional, a través de las declaraciones recogidas de los vecinos, el atacante era vetenari y se había separado recientemente de su mujer.
El crimen de Miami Playa...
El pasado 3 de julio, los Mossos encontraron a un hombre de 63 años muerto en su casa en Miami Platja, en el término municipal de Mont-roig del Camp. La policía abrió una investigación inmediatamente para aclarar esta muerte, después de constatar que el cadáver tenía claros signos de criminalidad.
La víctima, de nacionalidad española, tenía un impacto de bala.
... y el de Vilanova i la Geltrú
Por su parte, el asesinato de Vilanova i la Geltrú tuvo a un hombre de 30 años como protagonista. El atacante entró en el local donde trabajaba la víctima, junto con una mujer de 39 años, para dispararlos varios tiros. El hombre murió, mientras que la mujer resultó herida. Por el modus operandi, se pudo saber que el asesino conocía las costumbres de las víctimas del tiroteo, porque justamente aprovechó un rato de descanso al mediodía para entrar en el bar y los atacó.