Unas cuarenta personas, que hacían llamamientos al boicot a Israel y a las empresas que, según ellos, son colaboradoras, han entrado este martes por la tarde en la tienda de Carrefour en la Rambla de Barcelona, en una nueva jornada de presión sobre los intereses del país hebreo en Catalunya. Esta protesta, que hizo necesaria la activación de agentes antidisturbios de la Guàrdia Urbana de Barcelona, llega tras días de tensión en la capital de Catalunya. En la misma Rambla, donde los activistas han denunciado que el lunes fueron agredidos —dos de ellos— por parte de la vigilancia privada de este establecimiento, y por el show de la "flotilla", un conjunto de embarcaciones que debían zarpar desde Barcelona para llegar a Gaza en los próximos días para romper el bloqueo naval que Israel impone a Palestina, pero que se ha ido desinflando por el mal tiempo y por problemas técnicos.
Protesta contra Carrefour
Este martes se había convocado una concentración en la plaza de Catalunya para marchar en manifestación hasta delante del establecimiento, al que acusan de colaborar con Israel y con lo que consideran ellos el "genocidio" del pueblo palestino. Aunque los responsables del local consiguieron bajar la persiana antes de la irrupción de los activistas, unas cuarenta personas accedieron, lo que hizo necesaria la activación de equipos de orden público para contener la protesta. No constan incidentes graves y la situación se pudo normalizar al cabo de poco rato. Los activistas, un centenar en el exterior del local, con banderas de Palestina y gritos contra Israel, han asegurado que fueron rociados con gas pimienta el lunes y que dos de los manifestantes, que estaban en la ciudad de Barcelona invitados a participar en el acto de la Global Summud Flotilla, fueron agredidos. Igualmente, también aseguran que durante el mes de agosto, cuando realizaron también una protesta frente al establecimiento, fueron agredidos.

Estas acciones, que la policía permite, se realizan a diario para "señalar", según los organizadores, a las empresas que colaboran con Israel. Carrefour invierte en empresas de capital israelí y eso, aseguran, les convierte en "cómplices" de los crímenes de guerra del Estado judío. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para identificar a las personas que accedieron a la tienda, que lo hicieron, algunos de ellos, con la cara cubierta con pañuelos palestinos. No es la primera vez que estas marchas increpan a clientes y trabajadores de empresas vinculadas a Israel. Entre ceja y ceja, los activistas también tienen la cadena de comida rápida Burger King. Las organizaciones de apoyo a Palestina publican de manera recurrente listados de empresas que, según ellos, apoyan a Israel y a las que llaman a boicotear.