Bachillerato en tres cursos en lugar de dos y hacer la Selectividad con una asignatura suspendida. Estas son las dos medidas excepcionales más destacadas del nuevo borrador del decreto que regulará los estudios de Bachillerato, adaptándose al marco de la nueva ley de Educación, la Lomloe. Las dos son medidas excepcionales, por las cuales los alumnos tendrán que cumplir una serie de condiciones y contar con el visto bueno del equipo de profesores, según informa el diario a El País.

En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), el hecho de repetir curso ya no está determinado directamente por el número de suspensos, pero en Bachillerato sí. Así, mientras que se podrá seguir pasando del primer curso al segundo con un máximo de dos materias suspendidas pendientes, como hasta ahora, en segundo, "excepcionalmente", el alumno se podrá titular y por lo tanto hacer la Selectividad con una materia pendiente, Antes, el equipo docente tendrá que haber considerado que el alumno ha alcanzado todos los objetivos de la etapa; no ha faltado a clase de manera "continuada y no justificada"; que se hayan presentado a los exámenes de la materia, también la prueba extraordinaria, y su clasificación media de los dos cursos de Bachillerato, también incluyendo la materia suspendida, llegue, al menos, a un cinco.

Autonomía de los centros

Otra de las grandes novedades es el hecho de que los alumnos se puedan organizar el bachillerato en tres años académicos. Esta posibilidad se tendrá que concretar a cada autonomía, se permitirá en estas situaciones: que los alumnos estén cursando al mismo tiempo cursos profesionales de música o "acrediten la consideración de deportista de alto nivel o de alto rendimiento"; que necesiten una "atención educativa diferente de la ordinaria para presentar alguna necesidad específica de apoyo educativo" o aquellos que aleguen otras circunstancias, que, según las autoridades educativas de cada autonomía, "justifiquen la aplicación de esta medida".

Está previsto que el borrador del nuevo decreto se apruebe en las próximas semanas, después de que las autonomías y organismos como el Consejo Escolar del Estado se pronuncien al respecto. Con los cambios que incluye, la nueva normativa aumenta la autonomía de los centros educativos, ya que serán los institutos los encargados de "desarrollar y adaptar" el currículum del Bachillerato, es decir que se estudiará a cada materia y como se evaluará. Además, los centros podrán incluir "experimentaciones e innovaciones pedagógicas" así como una organización diferente, ampliación del calendario escolar y del horario lectivo, con la autorización del gobierno de la región y si se respetan otras normativas, como la laboral.

Cinco modalidades

Hoy por hoy, el bachillerato está organizado en tres modalidades, que se ampliarán con el nuevo decreto hasta cinco: Ciencias y Tecnología, Ciencias Sociales y Humanidades, artístico de Música y Artes escénicas; de Artes Plásticas, Imagen y Diseño y el llamado General, que ofrece una formación más amplía para los alumnos que todavía no se han decidido al inicio de la etapa que querrán estudiar cuando esta acabe o si por el camino que quiere seguir, le conviene una formación más generalista.

En total, hay 42 asignaturas previstas, entre materias comunes, obligatorias de cada modalidad y optativas. Todas tendrán que seguir un enfoque educativo competencial que preside la reforma educativa que se ha puesto en marcha por todo el Estado. Su objetivo es preparar a los alumnos no para memorizar contenidos y vomitarlos a un examen, sino para ser capaces de aplicar todo lo que han aprendido, según marca la doctrina impulsada por la UE y la OCDE. Además, el nuevo currículum incorpora la perspectiva de género.

En la imagen principal, unas alumnas antes de la prueba de Selectividad / Europa Press