Los alcaldes de la Alta Cerdanya y el Capcir han denunciado el caos que se vive en la frontera en el momento en que sus ciudadanos intentan cruzarla, según ha explicado Ràdio Arrels.

Los alcaldes han vuelto a consultar a la Conselleria de Interior del Govern si los habitantes de la Catalunya Nord pueden ir a la Catalunya Sud, y en qué condiciones. La pregunta la ha hecho concretamente el alcalde de Estavar, Laurent Leygue, el cual les ha recriminado que hasta ahora no han recibido ninguna respuesta clara: "Depende del mosso sobre el que caeréis en caso de control".

Se trata de una cuestión especialmente sensible para los habitantes de la Alta Cerdanya y Capcir, dado que, tal como ha explicado Leygue en una entrevista, Puigcerdà es su centro urbano habitual.

Por otra parte, también ha explicado que tienen muchas dudas sobre lo que sí que está permitido o no. Un caso particular es el de Llívia, un lugar por donde sí que se puede pasar, pero la gente también aprovecha para hacer otras actividades —como ir de compras o ir al restaurante—, sin saber si hay alguna restricción que se lo prohíba.

Por el contrario, las autoridades francesas sí que han dado respuesta a estas consultas: la frontera no está cerrada, y, además, los surcatalanes que tienen la primera residencia a menos de 30 km de la frontera pueden desplazarse a la Catalunya Nord sin prueba PCR.

Fragmento de la entrevista a Laurent Leygue / Radio Arrels

"¡Ni Francia ni España, todos somos catalanes!"

No es la primera vez que la Catalunya Nord protesta ante las restricciones de movilidad. El pasado domingo 14 de marzo, más de quinientas personas se manifestaron sobre el puente del Riu Major, entre los municipios de Costoja y Maçanet, para reclamar que se reabra la circulación entre Francia y Catalunya, que en estos momentos se encuentra cerrada con el pretexto de la alerta antiterrorista y para evitar la inmigración ilegal.

"¡Ni Francia ni España, todos somos catalanes!", exclamó el alcalde de Albanyà, Joan Fàbregas. Varios alcaldes y personalidades de los pueblos transfronterizos del Alt Empordà y el Vallespir asistieron a la manifestación y aprovecharon la ocasión para denunciar el cierre de los pasos, que consideran "un escándalo" porque está afectando gravemente a la vida del territorio.

 

Imagen principal, vehículos circulando por la carretera antes de llegar en la rotonda de acceso a Puigcerdà donde hay un control de fronteras de la policía española / ACN