El comité de expertos de Educación, poco querido. El fracaso de que se vivió recientemente con la publicación del informe PISA (en qué se evidenciaba la bajada general del nivel de los alumnos catalanes) tuvo como respuesta la creación de un grupo de trabajo que está trabajando estas semanas para presentar un conjunto de medidas a corto, medio y largo plazo, y con la intención de que las novedades puedan empezar a aplicarse a partir del próximo curso. El comité nació como a propuesta de la consellera de Educación, Anna Simó, y recibió el apoyo de los grupos parlamentarios. Ahora bien, no cuenta con los apoyos de la comunidad educativa: los sindicatos ya se pronunciaron en contra, y ahora también se ha evidenciado el rechazo que genera el grupo de trabajo entre el profesorado.

Comisiones Obreras ha presentado un estudio en que se revela que un 74% de docentes catalanes no considera que el comité de expertos sea la mejor opción para encontrar respuestas a la derrota del nivel educativo. Concretamente, casi un 30% de personas encuestadas no está nada de acuerdo y un 42% está poco de acuerdo; por contra, un 23% está bastante de acuerdo, y el 5% restante está totalmente de acuerdo. Y es que, desde CCOO, señalan que la creación de este grupo de trabajo sin la participación de la comunidad educativa y de los profesionales de la educación (no hay representantes sindicales ni de los centros) "no garantiza un análisis lo suficientemente ajustado de la realidad" en el mundo de la enseñanza.

La encuesta organizada por CCOO se ha puesto en marcha ante la negativa de Educación de iniciar una consulta similar a los mismos docentes, las personas que mejor pueden conocer la realidad en las aulas. Con más de 3.500 profesionales interrogados, representa de forma bastante fiel el sector de la educación. Otro punto del estudio revela que el 95% de las personas encuestadas está totalmente o bastante de acuerdo con la necesidad de consultar a los mismos docentes para encontrar estrategias que permitan mejorar los resultados educativos. "Como siempre hemos defendido, no se pueden encontrar soluciones sin contar con la opinión de las trabajadoras directamente implicadas", subraya el informe.

Perdiendo el amor por la profesión

Si bien siempre se ha dicho que la docencia es una profesión en que tiene un importante peso la vocación, la realidad en las aulas está haciendo cada vez más difícil la continuidad de los profesores. De hecho, casi seis de cada diez docentes ya consideran que su trabajo es poco o nada gratificante, una cifra que ha ido incrementando en los últimos años. Solo un 7% de las personas encuestadas cree que es gratificante, una proporción que el sindicato considera "muy preocupante". "Este dato muestra el grave malestar que existe en los centros por las altas ratios, la falta de recursos para atender al alumnado de manera personalizada y la falta de financiación de la educación", explica CCOO.

De hecho, estas son las principales demandas del sector. Preguntados por cuáles son las posibles causas de la bajada de los resultados PISA, los docentes creen que las causas principales son las ratios elevadas (el 62% del total de encuestados), la falta de recursos para la educación inclusiva y las aulas de acogida (53%), la falta de financiación del sistema educativo (48%), la falta de continuidad de las leyes educativas (39%), la falta de disciplina del alumnado en el centro (35%), la falta de tiempo para la coordinación y planificación de clases (32%) y la falta de reconocimiento a los profesionales de la educación (31%).

El sindicato concluye que con este informe se ha podido recoger "el malestar que trasladan los profesionales de manera rotunda". "En ningún caso se han sentido interpelados por la administración", lamenta. Para responder a las demandas del sector, CCOO cree esencial mejorar las condiciones laborales, poner más recursos para atender al alumnado (invertir hasta un 6% del PIB de Catalunya en enseñanza) y escuchar la comunidad educativa. "Pero por eso hay que dar una vez sobre la mesa, un punto de inflexión," avisa.