La crisis sanitaria del coronavirus está teniendo y tendrá otras consecuencias. La más obvia, es la economía. Un 60% de los encuestados por la compañía de investigación de mercados de opinión Ipsos considera que la comida, productos y servicios ha incrementado mucho desde la llegada de la Covid-19. En concreto, el precio de los alimentos, productos de la despensa son los que han subido más para el 63% de la población, seguido por los precios de los suministros como la electricidad, el agua y la internet con un 39% o los productos de higiene personal (28%), productos para la salud (27%) y productos de entretenimiento (25%).

La encuesta, que se realizó entre el 22 de mayo y el 5 de junio en 26 países de todo el mundo, resalta que España es uno de los países donde la percepción de encarecimiento ha sido más alta, del 68%, sólo por detrás de Bélgica (79%).

Para los españoles, la alimentación es lo que más se habría encarecido aunque también se percibe como una subida importante la de los suministros e impuestos.

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Frutas y verduras / Unsplash

Por otra parte, la moda habría bajado de precio. Tanto para España como a nivel global, la percepción es clara. El 26% de la población global así lo considera. Pero hay extremos. En Francia es donde se ve una reducción más acentuada con un 29%, seguido por Reino Unido (27%), y España (22%). Bélgica e Italia consideran, por el contrario, que la moda ha incrementado los precios.

¿A qué se atribuyen las subidas?

La sensación de encarecimiento de los precios es generalizada. Un 50% de los encuestados admite haber comprado productos más caros mientras que el 35% ha pasado más tiempo en casa y, por lo tanto, ha adquirido servicios adicionales que antes no necesitaban. El 27% también habría afirmado que el encarecimiento también habría comportado la compra de productos y servicios nuevos de más calidad.

Los españoles comparten las mismas razones para explicar estas subidas de precios, aunque en cuanto a la compra de productos más caros, crece la media hasta el 54%. Del mismo modo que cuando reconocen haber comprado artículos y servicios más caros y de mayor calidad (31%). Sin embargo, dan menos responsabilidad en las consecuencias y costes adicionales de haber estado más tiempo en casa (30%).

A la encuesta han participado 17.997 personas de entre 18 y 74 años de 26 países de todo el mundo.