El jefe de la Unidad de Alta Biocontención del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y virólogo, Xavier Abad, no descarta la llegada de una séptima ola, pero cree que no haría falta una cuarta dosis de la vacuna de la covid. Lo ha explicado en una entrevista en la ACN, donde también ha hablado de la situación que se está viviendo en China, donde apuestan por una estrategia covid cero que, sostiene "estaría condenada al fracaso" en el mundo occidental. Con respecto al cambio de tendencia con respecto al coronavirus, Abad dice que este año "no tiene sentido" hablar del paso de pandemia a endemia, y que se tendrá que dejar pasar un invierno más para ver como reacciona el sistema inmunológico de la sociedad y si pueden entrar en escena nuevas variantes del virus.

De hecho, ahora mismo, considera que no se puede determinar con seguridad si habrá un nuevo repunte de covid en otoño y, en caso afirmativo, si tendría más o menos efectos que los anteriores. Uno de los puntos a favor, sin embargo, es que la respuesta inmunológica a Catalunya podría ser "lo bastante buena" para bajar la rampa de la séptima ola y hacerla "menos agresiva de lo que algunas predicciones están insinuando" en caso de que las variantes sean similares a las ya conocidas.

Así, en el escenario actual, el virólogo no considera que se tenga que estudiar la administración de una cuarta dosis de la vacuna en la población general, más allá de los colectivos de riesgo. "En el ámbito general no lo veo, pero se tendrá que ver cómo está la situación en seis meses", ha apuntado. En este sentido, también ha valorado de forma positiva la retirada de la mascarilla en los espacios interiores, una medida que cree "no llega en un mal momento". Abad reconoce que la transmisión y, posiblemente, las hospitalizaciones subirán, pero también señala que no será una situación que no se pueda gestionar. Por eso, de cara a una futura ola las medidas tampoco serían las más restrictivas, y sólo se recuperaría las distancias, la higiene de manos, la mascarilla y el teletrabajo. "Se adoptarían medidas, sin embargo serían con las que hemos acabado esta última fase, un escenario de confinamiento duro es impensable, y uno de restricciones intensas, bastante improbable," detalla.

 

Estrategia covid cero

La situación de Catalunya difiere por completo de la que se está viviendo en China, donde se está apostando por confinamientos estrictos, limitación de movimiento o actividad exclusiva de los servicios esenciales. Eso ya empieza a traer problemas de desabastecimiento y cierto malestar entre la población, que ve cómo se vuelven a implementar las medidas del inicio del 2020. Tal como relata Abad, el gobierno chino "no quiere que haya propagación del virus", aunque la situación se ha complicado de forma importante con la entrada de la variante ómicron. Según el virólogo, uno de los motivos es – a pesar de tener más del 85% de población inmunizada – esta ha recibido vacunas inactivas, "menos efectivas" y que tienen un "menor rendimiento". Por otra parte, hay un relevante número de personas de edad avanzada que no tienen la pauta completa, y no han recibido ninguna dosis de recuerdo.

"La China ha puesto sobre la mesa que no hay una barrera perfecta, y que no vacunar a la gente más sensible es una mala idea", sostiene Abad. También detalla que mantener una estrategia de covid cero tiene sentido si es para alcanzar "otros objetivos". Por eso valora que en Catalunya se haya optado por seguir la estrategia del mundo occidental, vacunando primero a las personas mayores y después en la población general. "La que se siguió aquí, es aparentemente la correcta", añade.

La covid, una pandemia "suave"

Finalmente, con respecto a posibles futuras pandemias, el virólogo recuerda que la de la covid se puede considerar que ha sido de las "suaves" y que pueden venir de más graves que generen "una mortalidad más elevada". Así, avisa de que hoy día la sociedad no dispone de un sistema con "medios humanos, económicos y técnicos" para afrontar un virus más virulento en el salto inicial. Una vez instaurado, sin embargo, sí que sostiene que se trabajaría como se ha hecho con la covid para gestionar su propagación entre la población.