La resistencia a los antibióticos sigue siendo un reto para los países miembros de la Unión Europea. Los nuevos datos demuestran, de hecho, una especial preocupación en los países del sur y este de Europa. Los porcentajes de resistencia a la vancomicina, un antibiótico de última línea para infecciones de torrente sanguíneo por Enterococcus faecium –que provoca infecciones urinarias e intraabdominales o infecciones en heridas– casi se duplicó entre 2015 y 2019. La resistencia en otro grupo de antibióticos como los carbapenémicos también preocupa. Varios países informaron porcentajes de resistencia a carbapenem superiores al 10% por Klebsiella pneumoniae, y la resistencia en carbapenem también fue común en Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter, y en porcentajes mucho más altos que K. pneumoniae, según datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).

Sin embargo, no hay que ir tan lejos. La amoxicilina, un antibiótico sintético derivado de la penicilina, que normalmente se utiliza para las anginas también ha notado esta resistencia. Si bien antes unas dosis de 500 mg eran suficientes para combatir la infección, ahora quizás es necesario que sea 875 mg. Aunque la resistencia puede ser tan importante que después de veinte días de tomarla, las anginas no se hayan marchado y haya que atacar con azitromicina de 500 mg, otro antibiótico de tres dosis únicas.

¿Cómo actúan los antibióticos en nuestro cuerpo?

Tal como explica el ECDC a través de un vídeo difundido a las redes sociales con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, los antibióticos se tendrían que utilizar para combatir infecciones causadas por bacterias. Pero si se toman demasiados, se hacen resistentes.

Precisamente, ante esta resistencia, la Unión Europea celebra este miércoles el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos y ha impulsado una campaña para concienciar a la población.

"La resistencia en los antimicróbicos es un reto global y una de las principales prioridades de la Unión Europea. A medida que el mundo sigue luchando contra la Covid-19, es esencial que nos mantengamos vigilantes y comprometidos en esta lucha. Los antibióticos se tienen que utilizar con prudencia y con estrictas medidas de prevención y control", explicaba a través de un comunicado del ECDC a la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides. "Tenemos que tomar medidas para prevenir la propagación de la resistencia en todo el mundo y dar apoyo en el entorno adecuado para desarrollar nuevos antimicróbicos".

En este sentido, la directora del ECDC, Andrea Ammon, ha detallado en este mismo comunicado que esta "resistencia sigue siendo una de las peores amenazas para la salud pública en la actualidad para Europa". Así, pide unir esfuerzos para "reducir todavía más el uso innecesario de antibióticos y mejorar las prácticas de prevención y control de infecciones".