La edad cronológica corresponde a los años que hemos vivido y la marca nuestra fecha de nacimiento. Pero no siempre se tiene que corresponder con nuestra edad biológica, que tiene que ver con la condición física y el estado de salud. Esta última depende de una serie de variables que tienen que ver con nuestra genética y nuestros hábitos de vida y, aunque parezca mentira, puede haber una gran diferencia entre ambas.
Es importante conocer la edad biológica de una persona porque constituye un factor de riesgo principal para desarrollar enfermedades crónicas, para determinar la mortalidad y cualquier otro deterioro de las funciones corporales, como la audición y la memoria.
Conocer la edad biológica de una persona puede de ser de gran ayuda para su salud futura
El envejecimiento biológico se produce a medida que se acumula gradualmente el daño en varias células y tejidos del cuerpo. Pero como decíamos anteriormente, ese daño depende de varios factores. Por un lado, la fecha de nacimiento, claramente, pero no es el único. La genética contribuye de varias formas, por ejemplo, a la hora de determinar cómo funciona el sistema inmunológico de un organismo o la predisposición a sufrir determinadas patologías. La nutrición, el ejercicio físico, las relaciones sociales… todo influye a la hora de determinar cómo se siente y actúa nuestro organismo. Fumar, beber, llevar una vida sedentaria, tomar muchos azúcares y grasas o tener mucho estrés, pueden hacer aumentar nuestra edad biológica hasta en diez años frente a la cronológica.
Lo bueno es que nunca es tarde para tomar medidas. Hasta los mayores de 70 años pueden tomarlas para envejecer de forma saludable y revertir determinados parámetros de salud. Para empezar, el ejercicio regular. Beneficia a todo el mundo, pero se nota especialmente en personas que padecen patologías como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardíacas o la artritis.
En el caso de las personas más jóvenes y sin problemas de salud, el ejercicio, entre otros aspectos, aumenta la cantidad de sangre que el corazón puede bombear con cada latido (volumen sistólico) y reduce la frecuencia cardíaca en reposo. Además, mejora la capacidad pulmonar, lo que puede aumentar la resistencia y reducir la fatiga.
Hacer ejercicio es de gran ayuda para mantener la edad biológica por debajo de la edad cronológica
En cuanto a la alimentación, las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, diabetes y ciertas formas de cáncer, por lo tanto, tienden a tener una edad biológica mayor que la cronológica. No siempre estar más delgado es sinónimo de estar más saludable, porque influyen otras circunstancias como la forma en la que el cuerpo distribuye la grasa. Cuando esta se acumula en los bordes externos, como las caderas y los muslos es mejor que cuando lo hace en el abdomen y la cintura, lo que puede aumentar las posibilidades de padecer enfermedades cardíacas y cáncer de mama. De esta forma, también aumenta la edad biológica.