Los principales responsables de los hospitales catalanes han avisado de que esta semana es clave para ver si hace falta ir a un confinamiento mucho más duro. La directora del Hospital Universitario de Bellvitge, Cristina Capdevila, ha definido de "Filomena sanitaria" en una entrevista en ElNacional.cat lo que viviremos estos próximos días. Hoy, en declaraciones a TVE, el epidemiólogo del Hospital Clínic  Antoni Trilla también ha ido en esta línea y ya ha marcado fechas: "Tenemos que esperar cinco o seis días por si hace falta poner el freno".

Por freno entiende un confinamiento como el del mes de marzo pasado: "Si eso se descontrola y el sistema sanitario puede sufrir de verdad, lo que funciona es un cierre duro y corto, es decir, quince días, y podría ser por una previsión de colapso". Los datos y las previsiones sitúan a Catalunya en riesgo factible de colapso sanitario. "Menos tranquilos estamos de todo. Estamos mal, eso es una realidad y la subida probablemente llega entre hoy y el 20 de enero. Y si no se invierte la tendencia, vamos a saturar las camas de UCI".

Algunos hospitales ya han empezado a desprogramar cirugía, pero no hay que perder de vista que, más allá de intervenciones prorrogables, las enfermedades oncológicas no pueden sufrir demoras. La situación puede ser similar a la de la primera ola del 2020, pero con dos diferencias: ahora hay una experiencia previa positiva pero falta más personal: "Ojalá me equivoque, pero ya hay hospitales que tienen que derivar cirugía poco a poco, conforme nos vamos saturando todos a la cifra de 600".

Critica el sistema electoral

El conseller de Acció Exterior, Bernat Solé, advierte que el voto electrónico es imposible hacerlo efectivo porque hacen falta mayorías parlamentarias. Este sistema u otros que puedan disminuir el riesgo de contagio son propuestas que el doctor Trilla pide que se pongan sobre la mesa y se hagan efectivas. Además, lamenta el retraso en avances de este tipo con la situación excepcional de pandemia que hace meses que se vive: "Votar todos haciendo cola y en la mesa electoral no lo entiendo, y si no se puede cambiar la ley electoral es muy difícil". Por todo ello cree que "en el siglo XXI se tendría que poder votar de otras maneras".

Con la prudencia que lo caracteriza a la hora de hacer valoraciones políticas, pide remar todos en una misma dirección: "Entiendo que un Govern de más unidad, solidez y que todos dejen de hacer oposición política en salud sería ideal, pero el mundo ideal no es el que tenemos y tenemos que escuchar críticas que sólo son para fastidiar. Muy esperanzado en que se pongan de acuerdo en este tema, no lo estoy".

Precisamente quien se ha llevado todas las alabanzas es el ministro de Sanidad, Salvador Illa: "Le ha tocado uno de los peores papeles de la película, me parece una persona honesta y trabajadora. Entiendo que es bueno que esté al frente del ministerio de Sanidad y espero y deseo que la campaña se detenga hasta que toque".