No es nada fácil recibir un diagnóstico de cáncer de mama. Y todavía menos cuando te dicen que te lo han encontrado tarde, que es metastásico. El mundo se te derrumba y te cambia todos los paradigmas. Y más en casos extremos como el de Laura Escobar, paciente de 43 años. Tiene un tumor triple negativo, considerado el más agresivo de todos los subtipos. Y lo tiene en estadio IV, es decir, que se ha propagado otras partes del cuerpo. Se considera incurable pero sí que en algunos casos se puede convertir en una enfermedad crónica. Los médicos tenían claro el tratamiento a seguir, el Trodelvy, un fármaco innovador aprobado por la Unión Europea en noviembre del año pasado. Era la única terapia que literalmente le podía dar vida, abrirle horizontes y ofrecer certezas después de haberlo probado todo, desde la quimioterapia hasta el tratamiento hormonal, pasando por varias extirpaciones. Pero es estrelló contra el muro de la burocracia. Los quebraderos de cabeza llegaron cuando se encontró con las negativas de la seguridad social y de su mutua a financiarlo, porque todavía no había sido autorizado por las autoridades españolas, a diferencia de lo que ya han hecho Francia o Alemania.

Laura decidió denunciar públicamente su caso después de que ella y su familia cayeran en el pozo de la desesperación y la frustración. Después de haber pagado casi 30.000 euros en sólo dos meses acudiendo a la sanidad privada. Finalmente, una vez hecha la denuncia pública, el Departament de Salut accedió a financiar el fármaco para los casos en que no funcionen otros tratamientos. En este caso fue posible, después de una lucha individual. Pero no es la tónica dominante. La ciencia avanza mientras las autoridades y la burocracia sólo ponen trabas. Un recordatorio de todo lo que queda por hacer en una jornada como el 19 de octubre, día mundial contra el cáncer de mama.

Justamente el acceso a los tratamientos es un handicap que ha sido largamente denunciado por asociaciones de pacientes y por los mismos profesionales de la oncología. Según el informe europeo WAIT (Wating to Access Innovative Therapies, Espera para acceder a terapias innovadoras), pasan una media de 517 días desde que un medicamento es aprobado por las autoridades europeas hasta que es accesible para los pacientes en España. Unas cifras que constrastan mucho con el resto del continente: 113 días en Alemania, 240 días en Francia o 340 días en el Reino Unido. Al principio de este año, de los 160 medicamentos aprobados por Europa entre el 2017 y el 2020, el Estado español sólo garantizaba el acceso al 53%, frente al 92% de Alemania, el 79% de Italia o el 66% de Francia. En el caso del cáncer de mama, una decena de tratamientos están pendientes de aprobación por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, a pesar de haber recibido ya el aval de la Agencia Europea del Medicamento. Algunos hace más de dos años que se encuentran en lista de espera.

Las cifras son las que son. El año pasado en España fueron diagnosticados hasta 34.750 nuevos casos de cáncer de mama, un aumento del 2,36%, según los datos de la Red Española de Registros de Cáncer. Fue el segundo más diagnosticado (el primero en mujeres), después del de colon y recto (43.370) y por delante del de pulmón (30.948) y próstata (30.884). Un 20% de estos diagnósticos acaba convirtiéndose en metastásico, un estadio que provoca la muerte de más de 6.000 pacientes cada año en el Estado español.

Sin respuesta del Ministerio

La presión de asociaciones y profesionales para poner fin a estos retrasos ha sido una constante. El pasado julio, de la mano de las diputadas de Junts per Catalunya Míriam Nogueras y Pilar Calvo, consiguieron aprobar una resolución en el Congreso de los Diputados en el marco del debate de política general. Entre otras cosas, el texto instaba al gobierno español a agilizar los plazos de autorización e incorporación de los medicamentos para el cáncer metastásico, "no superando, en caso, el periodo de 180 días que establece la ley". En la misma línea, la semana pasada, la Federación Española de Cáncer de Mama publicaba un manifiesto en que ponía de manifiesto "la preocupación que hay entre los pacientes" y exigía solucionar urgentemente "los problemas de acceso a los medicamentos innovadores", especialmente para los casos de peor pronóstico. Pero siguen sin una respuesta del Ministerio de Sanidad. La iniciativa del Congreso salió adelante pese al voto en contra del PSOE, en cuyo tejado está la pelota.