Hay gente que hasta que no se ha tomado su café, no es persona. Hay que hasta que no se toman dos o tres o cuatro, tampoco. Este consumo de café, que suele empezar durando la adolescencia, siempre ha estado rodeado de un misticismo y de rumores que puede tener sobre la salud de las personas y el riesgo o la prevención de sufrir ciertas enfermedades. Ahora, investigadores de la Universidad de Melbourne, en Australia, han concluido que aquellos que toman dos o tres tazas de café al día tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que aquellos que no beben. Así se desprende de un estudio basado en datos de casi medio millón de personas (449.563) de personas del Reino Unido, publicado en el European Journal of Prevenitve Cardiology y que ha recogido La Vanguardia.

 

Aunque los beneficios de las dos o tres tazas de café al día se aplican especialmente a personas que suelen consumir el café con cafeína, aquellos que optan por tomarlo descafeinado también disfrutan de una reducción del riesgo. Además, también hay diferencias entre el "tipo" de café escogido, ya que en aquellos que optan por variedades de café molido el riesgo de enfermedades cardiovasculares se reduce más que en aquellos que lo toman instantáneo. Con todo, en el caso de las arritmias, solo se benefician de consumir café aquellos que lo toman con cafeína. El estudio no se ha fijado específicamente en una de las opciones preferidas por los consumidores hoy en día, más rápida, pero también más contaminante, como son las cápsulas de café.

Más riesgo entre los que no beben y los que toman demasiado

La media de edad de los participantes eran 58 años, con un 55,3% de mujeres. De los participantes, un 22,4% no consumía nunca café, Según recoge el estudio, se diagnosticaron enfermedades cardiovasculares en 43.173 participantes durante el seguimiento, entre las cuales infartos, anginas de pecho, insuficiencias cardiacas o un ictus isquémico. En total, 27.809 de los participantes, un 6,2%, murieron durante el estudio. Con estos datos, el estudio concluye que el riesgo de enfermedad y muerte cae en picado entre aquellos que toman entre dos y tres tazas de café el día, mientras que crece entre los que no consumen café y los que toman más de cinco tazas.

De esta manera, los autores destacan que sus hallazgos en este estudio corroboran lo que ya se ha ido detectando durante los últimos años, con los beneficios del consumo habitual de café y, por lo tanto, un consumo de café "de leve a moderado de cualquier tipo no tiene que ser desincentivando, sino al contrario: se tendría que considerar parte de un estilo de vida saludable". Así concluyen en este estudio que no ha sido financiado por ninguna empresa que pueda condicionar los resultados y las ideas que se extraen.