La prediabetes es una afección que se desarrolla antes de que una persona desarrolle diabetes tipo 2. Se suele reflejar en una alteración de la glucosa en ayunas y, básicamente significa, que los niveles de azúcar en sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para ser considerados un signo de diabetes.

Durante la fase de prediabetes, el páncreas aún produce suficiente insulina en respuesta a los carbohidratos ingeridos. Sin embargo, la insulina es menos eficaz para eliminar el azúcar del torrente sanguíneo, por lo que el nivel de azúcar en la sangre permanece alto. Esta condición se llama resistencia a la insulina y en las sociedades occidentales se calcula que afecta a uno de cada tres adultos.

Es importante tener en cuenta que padecer prediabetes no significa que definitivamente desarrollará la diabetes. Sin embargo, es una advertencia de que podría suceder. Las personas con prediabetes tienen un riesgo de 5 a 15 veces mayor de padecer diabetes tipo 2 que alguien con niveles normales de azúcar en sangre y esas posibilidades aumentan si no realiza ningún cambio saludable en su dieta o hábitos de actividad.

Existen factores de riesgo que puede aumentar las probabilidades de desarrollar prediabetes y son los siguientes: tener sobrepeso u obesidad, estar inactivo, tener presión arterial alta, tener el colesterol alto, tener un familiar cercano con diabetes tipo 2 y dar a luz un bebé de más de 4 kilos.

Cinta métrica

La prediabetes es una condición silenciosa, por lo que es importante la detección temprana mediante análisis de sangre periódicos y un seguimiento por parte del médico si existen estos factores de riesgo. Normalmente, si existe la sospecha de que se puede padecer, lo más probable es realizar una prueba de hemoglobina A1c (HbA1c) o una prueba de tolerancia a la glucosa oral (OGTT).

La HbA1c es un indicador de los patrones de azúcar en sangre durante los últimos dos o tres meses, por lo que a menudo es un panorama general mejor que un solo control de azúcar en sangre en ayunas. Un nivel de HbA1c entre 5,7 y 6,4 indica prediabetes.

Los niveles altos de glucosa en sangre, especialmente si no se tratan, pueden afectar otros sistemas de su cuerpo y aumentar el riesgo de padecer diferentes patologías. Si finalmente se desarrolla diabetes puede producirse daños en el riñón, enfermedades cardiovasculares o pérdida de visión.

Un gran estudio de investigación multicéntrico llamado “Programa de Prevención de la Diabetes” llevado a cabo en Estados Unidos analizó cómo los cambios en el estilo de vida podrían ayudar a prevenir la diabetes. Con una modesta pérdida de peso y ejercicio, los participantes del estudio redujeron su riesgo de desarrollar diabetes en un 58 por ciento durante tres años.

No se puede exagerar el poder de la alimentación saludable y los hábitos de ejercicio pero conviene hacerse cargo de la salud centrándose en cambios sencillos en la dieta y el estilo de vida.