Sentirse triste y angustiado en este año que estamos viviendo, con toda la gravedad que entrañan una crisis sanitaria y una pandemia, es algo normal. La incertidumbre, la sensación de soledad, el miedo… todos son sentimientos que se repiten a lo largo de todo el planeta y que, en mayor o menor medida, estamos experimentando. Pero cuando esta tristeza nos afecta de forma más grave y llega a resultar en cierto modo incapacitante, estamos ante un verdadero problema.

Los síntomas de la depresión no siempre son tan obvios como el llanto frecuente y la desesperación abrumadora. A menudo, son cambios sutiles en nuestro comportamiento o sensaciones de las que no nos damos cuenta pero que nos van llevando a un pozo profundo del que a veces no es fácil salir. Por eso, aunque no existe un patrón único, es importante estar atentos a determinados síntomas que pueden llevarnos a pensar que la tristeza que sentimos está derivando hacia una depresión, sobre todo cuando se alargan en el tiempo. Estos son algunos de ellos.

Problemas para dormir o sueño excesivo

Las personas deprimidas, no siempre pero sí ciertamente a menudo, suelen tener problemas a la hora de conciliar el sueño. Los pensamientos negativos y circulares les invaden por la noche y les sumen en la preocupación y la tristeza. Para otros, el despertarse puede convertirse en un auténtico suplicio, mientras que otros pueden dormir durante períodos prolongados durante el día sin tener ganas de moverse de la cama.

Hombre en la camaAlgunos de los síntomas más importantes que pueden revelar que se sufre una depresión están relacionados con el tiempo que se pasa en la cama

Pérdida de interés en las actividades favoritas

Algunas personas recurren a pasatiempos que disfrutan cuando se sienten tristes, pero cuando lo que se sufre es una depresión, lo cierto es que pierden la motivación y tienden a evitarlos. Cuando esto ocurre, es una señal de alerta que tenemos que tener en cuenta y no dejar pasar por alto.

Aumento de la sensibilidad y sentimientos de inutilidad

Una persona deprimida puede manifestar más irritabilidad e impaciencia a lo largo de sus actividades y su día a día. Otras, se entristecen y piensan que su vida ya no tiene mucho sentido y no encuentra nada que le lleve a pensar que tiene una misión en su vida o puede ser útil para algo. En los casos más graves, puede llegar a pensarse en el suicidio como única salida a tanto sufrimiento.

Retrato de un jovenUna persona sumida en la depresión puede no tener ganas de llevar a cabo ninguna acción, ni siquiera alguna de sus favoritas

Cambio en el apetito

Algunas personas comen en exceso cuando están deprimidas o ansiosas y otras, todo lo contrario. Aquellos que incrementan su ingesta, intentan llenar un hueco normalmente, de tristeza o soledad. En otros casos preocupantes, una persona deprimida puede dejar de comer porque ya no le preocupa su bienestar físico. Incluso puede dejar de lado también su higiene personal.