El narcisismo es un trastorno que está incluido dentro del trastorno límite de la personalidad. Las personas que lo padecen suelen tener una obsesión por el éxito y el poder, magnificando sus logros y capacidades de una forma exagerada. Son personas que se creen elegidas, únicas y no se sienten comprendidas por los demás, de hecho no suelen tener problema en utilizar cualquier medio para lograr su fin.
En la niñez y la adolescencia, es lógico tener rasgos narcisistas, pero lo lógico es que disminuya con la edad. Así lo reconoce este estudio publicado por la Revista de la Personalidad y Psicología Social, una prestigiosa publicación del ámbito de la psicología. El problema es cuando se mantiene con el paso de los años. Estos son siete signos a tener en cuenta del narcisismo.
Necesidad de ser el centro de atención en cualquier lugar
Los narcisistas se sienten obligados a hablar de sí mismos y exageran sus logros. Se describen de forma generosa, destacan sus cualidades y trasmiten una visión idealizada de su personalidad.
Conocimiento de todos los temas
Este tipo de personas piensan que saben de todos los temas, que tienen más información que los demás y les encanta destacar de forma continua en cualquier contexto en el que se desenvuelven.
Creen merecer un trato especial
El narcisista se frustra si alguien no responde a su requerimiento de forma inmediata. Siempre piensa que merece un trato especial, ya sea entre amigos o en el trabajo. Cualesquiera que sean su necesidades, deben satisfacerse ahora por los demás.
Su ambición no conoce límites
Se creen destinados a la grandeza. Ese tipo de suposición grandiosa es un síntoma clásico de los narcisistas. Tienden a creer que son naturalmente especiales, que forman parte de una clase de élite y que solo merece lo mejor.
Competitividad
En la cosmovisión de un narcisista, hay ganadores y perdedores y él necesita ganar en prácticamente todos los ámbitos. Tienen que sentirse superiores a los demás y se mueven en una búsqueda incesante para demostrar su dominio.
Rencor
El narcisista se preocupa profundamente por mantener su imagen idealizada de sí mismo y tiene problemas para tolerar cualquier tipo de desaprobación o crítica. Lo siente como un ataque personal y guarda rencor.
Falta de responsabilidad
Estas personas se niegan a ser responsables de sus errores y mal comportamiento y, en cambio, culpan a otras personas. Además, suelen aprovecharse de las personas de su entorno para su bien personal, a veces incluso de forma inconsciente.