Las restricciones irán acompañadas de un fuerte dispositivo policial encabezado por los Mossos. El toque de queda estará rigurosamente controlado tal como ha anunciado al conseller de Interior Miquel Sàmper, en Catalunya Ràdio. Como saltárselo forma parte del derecho administrativo y no penal, tan sólo se contemplan multas económicas. Ahora bien, estas ya están marcadas desde el mínimo al máximo.

Todos aquellos que se salten el toque de queda se exponen a una multa a partir de los 300 euros que puede llegar hasta los 6.000. En este caso extremo, Sàmper considera que se darán a aquellas personas reincidentes o que muestren desobediencia cuando los Mossos les hagan el aviso. Por desobediencia también se entiende negarse a las autoridades o recriminar ser multados. Sàmper anuncia que "habrá muchos dispositivos en la calle". Aunque ha repetido que no habrá detenciones por esta causa.

Horarios más europeos

El Procicat tendrá que acabar de detallar el horario del toque de queda. Parece que queda claro que se abrirá a las seis de la mañana pero se pone en duda cuando se cierre, en las diez o las once de la noche. De hecho, la consellera de Salud Alba Vergés ha hablado desde Catalunya Ràdio, de borradores donde se apuntaba a las diez y la portavoz del Govern, en paralelo, no descarta a las once en otra entrevista en público a través de RAC1.

Por todo ello, Sàmper pide que haya un cambio de hábitos y se apueste por horarios "más europeos". A modo de ejemplo ha citado la hora de cena pero también las actividades culturales. De hecho, muchas carteleras de acontecimientos marcan una hora de finalización de sus espectáculos que superaría los horarios que se están planteando.

Sacar el perro, la excepción

Las restricciones quedarán detalladas y, como siempre, habrá justificantes que los ciudadanos tendrán que llevar encima si necesitan salir durante el toque de queda. Pueden ser situaciones por|para motivos laborales, cura de menores o personas dependientes, entre otros. Pero también puede volver a abrirse el debate de sacar a pasear el perro. Sàmper no descarta que se tenga en cuenta esta actividad ya que es una necesidad que tiene el animal: "El toque de queda podría exceptuar sacar el perro". Ahora bien, también pide responsabilidad y no sacarlo "cinco veces o un peluche" como se vio en la primera ola.

Las cifras no paran de aumentar y el conseller recrimina que el Gobierno no tome medidas de forma inmediata: "El ministro Illa hablaba de marcarlo a partir del domingo y de forma inmediata es hoy mismo".