¿Te cuesta mucho adelgazar? ¿Sientes que tienes hambre cada poco tiempo y nada te sacia? ¿Lo único que te apetece tomar son alimentos ricos en azúcares? ¿Tienes mucha sed? Si has respondido a todas estas preguntas afirmativamente, puedes estar padeciendo resistencia a la insulina.

La resistencia a la insulina es una condición por la cual nuestro organismo no responde correctamente a la acción de la insulina, una hormona que segrega el páncreas para controlar el nivel de azúcar en sangre y distribuir la glucosa en las células. Las razones de su aparición son variadas: el sobrepeso, una dieta inadecuada con prevalencia de alimentos ricos en azúcares, el sedentarismo, el estrés, la herencia genética o, en el caso de las mujeres, el síndrome del ovario poliquístico.

A corto plazo, la resistencia a la insulina puede ser uno de los motivos por los que te cueste tanto adelgazar, porque tu páncreas podría no estar produciendo la insulina suficiente para eliminar el azúcar de más en la sangre. Ese exceso de azúcar se convierte en grasa, que se acumula generalmente en el abdomen. Y no sólo eso. El problema es que esa resistencia a la insulina puede derivar en una Diabetes Mellitus tipo 2 y ayumentar considerablemente el riesgo de que sufras enfermedades cardiovasculares.

Existen diferentes métodos para medir la resistencia a la insulina de una persona. Dos de los más utilizados son la Curva de Tolerancia a la Glucosa, que consiste en medir los  niveles de glucosa en sangre antes y después de haber tomado 75 gramos de glucosa vía oral y el Test HOMA-IR, que mide la resistencia con una fórmula matemática que incluye los parámetros de glucosa e insulina en ayunas.

Si finalmente te diagnostican resistencia a la insulina, la buena noticia es que puedes revertir la situación y perder peso. Aquí tienes algunos consejos.

- Comer una dieta sana y equilibrada con poca prevalencia de hidratos de carbono simples. Debes tomar dos raciones de verdura al día, cuatro ó cinco piezas de fruta, proteínas y tomar cereales y pasta integrales. Los estudios han demostrado que las personas con resistencia a la insulina, adelgazan más con dieta bajas en carbohidratos.

- Hacer ejercicio. El sedentarismo es una de las causas más frecuentes de la resistencia a insulina. Basta con media hora diaria caminando para empezar. Aunque es importante saber que está demostrado que los ejercicios de alta intensidad y de fuerza que basta con realizar unos minutos al día, aumentan la sensibilidad a la insulina.

- Dormir bien. Un sueño inadecuado es otro de los factores que pueden provocarte insulinorresistencia. Por eso es aconsejable dormir entre seis y ocho horas al día y hacerlo siempre a la misma hora respetando el reloj biológico. O lo que es lo mismo, no acostarse más tarde de las once de la noche.

- Tratamiento farmacológico. En ocasiones, y siempre que el médico lo prescriba, se recomienda un tratamiento farmacológico para prevenir la aparición de diabetes. El medicamente más empleado en estos casos es la metformina, que actúa disminuyendo los niveles de glucosa en sangre, reduce y retrasa la cantidad de glucosa que se absorbe de los alimentos a nivel intestinal y rebaja la cantidad de glucosa que produce el hígado y favorece su almacenamiento.

En cualquier caso, siempre es recomendable la visita al especialista para diagnosticar y recomendar el mejor tratamiento a seguir.