La resistencia a la insulina es una condición por la cual el organismo deja de reaccionar a esta hormona que segrega el páncreas para mantener regulados los niveles de azúcar en sangre. En los últimos años se ha analizado la relación de este trastorno con la diabetes y la obesidad y se sabe que es un precursor de ambas patologías. Ahora, una nueva investigación ha analizado la relación entre el intestino y los mecanismos que promueven la resistencia a la insulina.

La investigación

El estudio ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad de Toronto  en Canadá y publicada en Nature, y la conclusión es que el tipo de dieta es la clave de esta relación. Más en concreto, una dieta rica en grasas.

Cuando se consume este tipo de alimentación, se produce un cambio significativo en las poblaciones microbianas dentro del intestino. Este mecanismo se llama disbiosis, y produce una reacción en el sistema inmunitario del intestino a través de la inmunoglobulina A (IgA).

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Esta molécula es un anticuerpo producido por las células B, un tipo de células inmunes que es crucial para regular las bacterias que viven en el intestino humano. Y los expertos creen que puede ser el eslabón perdido que explica cómo una dieta poco saludable produce resistencia a la insulina y aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades.

Para llevar a cabo la investigación se han estudiado ratones obesos, algunos de los cuales carecían de IgA. Cuando ingerían una dieta alta en grasas, su resistencia a la insulina empeoraba. Entonces decidieron recoger una muestra de sus bacterias intestinales para trasplantarlas a otros roedores. El resultado fue que estos ratones también desarrollaron resistencia a la insulina.

A niveles normales, la IgA ayuda a controlar las bacterias intestinales y evita que las dañinas se filtren a través de los intestinos. Después de estos experimentos, los investigadores comprobaron si los mismos mecanismos se podrían aplicar a las personas y para ello obtuvieron muestras de heces de personas que se habían sometido a cirugía bariátrica, una forma de cirugía para perder peso con el objetivo de comprobar el contenido de IgA.

Medidor diabetes (1)

Conclusiones

Los resultados han sugerido, por un lado, un vínculo directo entre comer una dieta alta en grasas y tener obesidad y, por otro, tener niveles más bajos de IgA intestinal –síntomas de inflamación intestinal– y desarrollar resistencia a la insulina. Y cuando hay menos IgA es porque hay niveles más bajos de las llamadas células B, que a su vez está relacionado con la presencia de la obesidad. 

Ahora, los científicos se quieren centrar en cómo descubrir una mejor manera de aumentar los niveles de células B productoras de IgA en el intestino, porque piensan que es un camino eficaz para proteger al organismo contra la resistencia a la insulina y frente al desarrollo del resto de enfermedades derivadas.