A pesar de que la medicina insiste en ello desde hace tiempo, aún seguimos comiendo más de lo necesario en el día a día. Las causas por las que lo hacemos son diversas, desde razones culturales a la ansiedad, pasando por el aburrimiento, entre otras.
En todo caso, todos en algún momento nos hemos propuesto comer menos y así llevar una vida más saludable, ya que sabemos que alimentarnos en exceso no es lo adecuado. Pero no resulta sencillo apagar el apetito que surge durante diversos momentos del día. En algunos casos es real y en otros, simplemente, fruto de la mente.
Para combatir el apetito existen fármacos que con mayor o menor éxito consiguen suprimir las ganas de comer, pero a menudo tienen efectos secundarios que pueden resultar peligrosos.
Por eso, a continuación vamos a ver una serie de métodos naturales para perder el apetito de una manera saludable, que cuentan con evidencia científica, y sin necesidad de tener que someterse a riesgos.
Comer más alimentos ricos en fibra
Una de las ventajas que ofrece la fibra es que no se descompone como otros alimentos y así permanece en el cuerpo por más tiempo. Esto provoca que la digestión se ralentice y favorece que sintamos una sensación de estar saciados durante más tiempo.
Entre los alimentos que son ricos en fibra se encuentran las legumbres, los granos integrales, las manzanas, las almendras, los aguacates, la chía y los vegetales en general.
Comer más proteínas y grasas saludables
Las proteínas y ciertas grasas son más efectivas para calmar el hambre y hacer que las personas se sientan llenas por más tiempo. Por eso, sustituir algunos hidratos de carbono por proteínas y grasas saludables para ayudar a mantener el apetito bajo control.
Algunos alimentos con abundante proteína son las carnes magras, los guisantes, los huevos, el yogur griego y los productos de soja. Por otra parte, entre los que son ricos en grasas saludables están el aceite de oliva, las nueces, las semillas y el aguacate.
Hacer ejercicio antes de comer
El ejercicio es otro supresor saludable y efectivo del apetito, especialmente si se trata de entrenamiento de alta intensidad. Son muchos los estudios científicos que han encontrado que las hormonas del apetito se suprimen inmediatamente después de la práctica de la actividad física.
Beber agua antes de cada comida
Beber un vaso grande de agua antes de comer hace que una persona se sienta más llena, más satisfecha y menos hambrienta después de la comida. Pero el agua no es el único remedio líquido al que se puede recurrir para controlar el hambre. Un plato de sopa como primer alimento en las comidas también puede conseguir el mismo efecto.
Comer alimentos abundantes pero bajos en calorías
Reducir la ingesta de alimentos, si se está siguiendo alguna dieta, puede dejarnos con un apetito voraz. Esto puede causar que como consecuencia de ello, luego se produzcan los peligrosos atracones. Para que esto no ocurra, se pueden comer alimentos en cantidad ricos en nutrientes y energía siempre que sean bajos en calorías. Algunos de estos alimentos son la verdura, los granos integrales, las alubias y las frutas.
Comer conscientemente
Aunque no siempre lo tengamos en cuenta, el cerebro puede ser un gran aliado para decidir qué y cuándo comemos. Si prestamos atención a los alimentos que se están comiendo en lugar distraerse viendo la televisión o el móvil, podemos acabar comiendo menos.
Asimismo, usar técnicas basadas en la mente y el cuerpo, como la meditación y el yoga, son ideales para frenar el apetito.