Un equipo de investigadores de la Universidad de Yale ha llevado a cabo un estudio en el que analizan por qué se producen la mayor parte de las anomalías del desarrollo, incluidas las que conducen a la pérdida del embarazo y al autismo. Muchas mujeres, cuando sufren estas circunstancias, piensan que se debe a un problema intrauterino que se produce durante el embarazo, pero lo cierto es que gran parte de ellas se deben a la genética del feto y la placenta.

Las conclusiones de la investigación que lleva como títulos Genetics, not the uterine environment, drive the formation of trophoblast inclusions: Insights from a twin study (La genética, no el entorno uterino, impulsa la formación de inclusiones de trofoblasto: conocimientos de un estudio de gemelos) ha sido publicada en la revista Placenta y se han obtenido tras realizar un estudio con mujeres embarazadas en Estados Unidos, un país en el que a uno de cada 33 niños se le diagnostica un defecto congénito cada año, o lo que es lo mismo a un bebé que nace cada 4 minutos y medio, unos 120.000 por año, una cifra considerable.

Existe un cierto sentimiento de culpabilidad en muchas madres que se sienten en cierta manera responsables de los abortos o de los problemas de desarrollo del feto, aunque no tienen nada que ver. Así lo asegura uno de los autores del estudio, el doctor Harvey Kliman, científico investigador del departamento de Obstetricia, Ginecología y Servicios Reproductivos de la Facultad de Medicina de Yale. Esta nueva investigación apunta a la genética de estos niños como la causa más importante.

Para el estudio, el equipo de Kliman examinó los datos de la placenta de casi 50 pares de gemelos idénticos y no idénticos. Los investigadores encontraron que los crecimientos celulares anormales llamados inclusiones de trofoblasto (IT), que son marcadores de muchas anomalías del desarrollo, ocurrieron con una frecuencia similar en gemelos idénticos, mientras que los gemelos no idénticos mostraron un recuento de IT marcadamente diferente.

Mujer embarazadaSon muchas las mujeres que creen erróneamente que los problemas que sufren durante los embarazos son culpa suya

Los gemelos idénticos comparten la misma secuencia de ADN; los gemelos no idénticos comparten la mitad de su secuencia de ADN. Los investigadores encontraron que los gemelos idénticos a menudo tenían el mismo número de IT. Los gemelos no idénticos tenían recuentos de IT que eran, en promedio, diferentes en cuatro o cinco de ellos. “Este trabajo sugiere que es mucho más probable que las anomalías del desarrollo se deban a la genética del niño y no razones intrauterinas de la madre”, asegura Kliman.

El estudio tiene un origen curioso. La hermana no idéntica de una de las autoras del mismo, Julia Katz, de la Universidad de Hofstra, nació con bajo peso y varias anomalías congénitas. Katz se acercó a Kliman después de una conferencia de Yale y le preguntó qué causa que los bebés nazcan con pequeño tamaño o con ciertas anomalías. Juntos decidieron emprender este estudio analizando su genética y su hermana, incluyendo la observación de sus propios deslizamientos placentarios desde el nacimiento.