Los casos de sarna se han quintuplicado en Catalunya en los últimos ocho años. Con toda probabilidad, este incremento se ha visto influenciado por el refuerzo de la vigilancia epidemiológica instaurado tras los dos brotes de sarna que se registraron a principios del pasado año en dos hospitales, lo que llevó a una mayor sensibilización de los profesionales así como a un aumento de las notificaciones. Así lo ha explicado el jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitari General de Catalunya, doctor Antoni Campoy.

Y… a todo esto, ¿qué es la sarna? La sarna es una enfermedad contagiosa provocada por un ácaro de 8 patas denominado Sarcoptes Scabiei  que mide entre 0,3 y 0,4 milímetros y que afecta exclusivamente a las personas. Según detalla el doctor Campoy, la hembra de este ácaro hace surcos en la epidermis, la capa más superficial de la piel que se convierte en el lugar donde pone huevos y se reproduce. En un afectado de sarna acostumbran a haber entre 10 y 15 parásitos simultáneamente.

¿Cómo se contagia?

La sarna se contagia de humano a humano, por contacto directo y prolongado con una persona que está infestada. Ésta persona puede tener o no los síntomas ya que el periodo de incubación suele ser largo, desde el contagio hasta las primeras manifestaciones pueden pasar de 3 a 6 semanas.

El contagio es más frecuente en personas que conviven en familia, en instituciones geriátricas o centros de acogida y, sobretodo, por contacto sexual. Sin embargo, es posible aunque poco habitual, el contagio por estrechar la mano, por un abrazo o por el contacto de la ropa o sábanas.

¿Cómo identificarla?

La sarna se manifiesta con erupciones, rojeces, granos, descamaciones y picor en la piel que se intensifica por la noche y puede abarcar prácticamente  todo el cuerpo, aunque en los adultos no acostumbra a afectar en la cara. Resulta típica su presencia en muñecas, tobillos, zonas laterales de los dedos de las manos, axilas, pecho, genitales, codos, nalgas, ombligo,... En los niños afecta en la cara, el cuello, las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Las manifestaciones en casi todo el cuerpo son debidas a una reacción inmunológica (una especie de reacción alérgica) que provoca el parásito, sus deposiciones o sus huevos. El número de ácaros en la mayoría de los pacientes es limitado (10-15).

Para diagnosticar la sarna, el dermatólogo comprueba la existencia de unos surcos en la piel que son donde vive la hembra del ácaro. Si hay surcos, el diagnóstico positivo es altamente probable. Se puede confirmar rascando y mirando por el microscopio donde se puede encontrar el ácaro, los huevos o sus deposiciones.

¿Cómo tratarla?

El tratamiento de la sarna es muy sencillo. La mayoría de los casos se curan con una crema antiparasitaria (permetrina) que se aplica durante toda la noche ya que debe permanecer en la piel de 8 a 14 horas. Esto debe repetirse al cabo de una semana. Es importante que hagan el tratamiento todos los contactos sexuales del infestado y los que convivan con él.

El tratamiento debe hacerse incluso si no se tienen síntomas, ya que como hemos visto el período de incubación es muy largo. Una vez hecho el tratamiento es frecuente que el picor tarde en desaparecer hasta 4 semanas. El ácaro, en condiciones normales, se muere entre las 24-36 horas si no está en contacto con la piel. Si la temperatura es fría puede durar más días.

Se recomienda lavar la ropa y las sábanas con agua y jabón a 60º y si no es posible, guardarla en una bolsa cerrada durante una semana.

La sarna nunca se ha extinguido

“La sarna ha existido siempre y, contrariamente a lo que se piensa, puede afectar a cualquier persona de cualquier ámbito social”, matiza Campoy. Es más frecuente en situaciones de hacinamiento.

El doctor Campoy ha puesto énfasis en el hecho de que no sólo no está erradicada si no que el año pasado se detectaron más del triple de casos en toda Cataluña que en 2017 y hubo varios brotes epidémicos en instituciones como hospitales, centros geriátricos y centros de acogida.