El tomate es el fruto de una planta herbácea, del genero Solanum que procede de América y cuyo uso en la alimentación se viene produciendo desde hace más de 2.500 años. Llegó a Europa desde México a principios del siglo XVI, aunque entonces en su variedad amarilla. Hoy en día es un alimento que forma parte de manera habitual de nuestra dieta y es una fuente importante de minerales como el potasio y el magnesio, vitaminas como la B1, B2, B5 y C, carotenoides y un pigmento que se llama licopeno que es el que le da ese color rojo tan característico.
Pues bien, el licopeno, que tiene fuertes efectos antioxidantes, puede ser un estupendo nutriente para mejorar la fertilidad masculina. Al parecer, según se ha publicado en un estudio que ha recogido la revista European Journal of Nutrition, aumenta la calidad del esperma. La investigación concluye que los hombres sanos que tomen dos cucharadas de puré de tomate concentrado al día, experimentan esta mejoría en su esperma de forma evidente.
El estudio
Los expertos decidieron suministrar un suplemento de licopeno porque este nutriente es más difícil de absorber a través de los alimentos. De esta forma, se aseguraron que los 60 hombres seleccionados para la investigación tomaran la misma cantidad al día. A través de la alimentación, habrían necesitado comer 2 kg de tomates cocidos cada día para obtener la dosis equivalente.
En total, ingirieron 14 miligramos de licopeno al día y se analizó su esperma al comienzo del estudio, a las seis semanas y al final del mismo. Aunque no hubo diferencias en la concentración de los espermatozoides, la proporción de los mismos y la motilidad aumentó considerablemente entre aquellos que tomaron el licopeno.
Los investigadores se han mostrado muy esperanzados con los resultados, aunque todavía deben proseguir los estudios. Entre otras cosas porque, en el que se ha realizado, han participado hombres sanos. La idea es reclutar a otro grupo que presente problemas de fertilidad para comprobar si efectivamente puede contribuir a mejorar la misma y ayudar a estas personas a ser padres.
Para todos aquellos hombres que presentan problemas de fertilidad, al margen de los tratamientos médicos, las recomendaciones generales de las instituciones públicas son adoptar un estilo de vida saludable, no utilizar ropa interior demasiado ajustada, reducir el estrés en la medida en la que sea posible y mantener relaciones sexuales en los días en que sus parejas tengan la ovulación, para aumentar las posibilidades de concebir.
El aspecto de la alimentación hasta ahora no había tenido demasiada relevancia, pero ahora desde diversas instituciones se están llevando a cabo estudios en los que se pone de relieve que la dieta es mucho más importante de lo que pudiera parecer en un principio.
Además del licopeno se han estudiado otros nutrientes como la vitamina E y el zinc. Todos tienen propiedades antioxidantes y previenen la oxidación celular. Además, son también beneficiosos para prevenir otro tipo de enfermedades, como las cardiovasculares o el cáncer.