Recientemente hemos dado cuenta de cuáles son los tipos de mascarillas existentes en el mercado y cómo protege cada una de ellas. Pero el uso de las mismas puede ser complejo, molesto e incluso dañino en ocasiones. Con muchos trabajadores, sobre todo, de atención médica de primera línea usando máscaras durante gran parte del día durante la batalla contra el coronavirus, algunos experimentan daños incómodos en la piel. Por eso resulta importante saber cómo prevenirlos en la medida de los posible.

Las máscaras deben ajustarse cómodamente a la cara de quien las lleva y lo aconsejable es que cierren correctamente alrededor de la nariz para garantizar que ofrecen la máxima protección. Sin embargo, en un ambiente acelerado, estresante y a veces caluroso, esto puede provocar molestias y daños en la piel.

Mujer mascarilla

Un reciente estudio de la británica Universidad de Huddersfield, publicado en el Journal of Wound Care, se ha encargado de investigar este tipo de daños en la piel en detalle. Según los autores del mismo, los usuarios están sudando debajo de las máscaras, y esto causa fricción, lo que provoca daños por presión en la nariz y las mejillas. Como resultado de esto, pueden darse rasguños en la piel y esto puede conducir a una posible infección.

Por norma general, vendar una herida ayudaría a minimizar más daños y a prevenir infecciones. Sin embargo, en esta situación, un apósito podría evitar que la máscara se ajuste correctamente y, por lo tanto, aumentar el riesgo de infección. 

El artículo es uno de los primeros en ofrecer consejos sobre la aplicación segura de estos dispositivos médicos. Los autores asesoran tanto a los profesionales de la salud como a la industria que crea y diseña los dispositivos médicos. El documento se centra en las úlceras por presión que se desarrollan debido a las mascarillas. 

Las úlceras por presión son lesiones que resultan de la presión que rompe la piel y el tejido subyacente. Estas úlceras pueden aumentar el riesgo de infecciones, tales como la sepsis, que pueden ser potencialmente mortales. También causan dolor, dejan cicatrices, provocan la pérdida permanente del cabello y aumentan la duración de las hospitalizaciones.

Mascarilla gafas

Los autores del estudio aconsejan a las personas que usan máscaras durante largos períodos que mantengan su piel bien hidratada. Los usuarios deben aplicar una crema protectora al menos 30 minutos antes de ponerse la mascarilla. Asimismo es importante mantener limpia la piel debajo de la máscara. Además, sugieren que se alivie la presión de la mascarilla cada dos horas, alejándose de los pacientes, prescindiendo de la presión en un lugar seguro y volviendo a limpiar la piel nuevamente.