Un total de 75.143 personas recibieron prescripción farmacéutica para dejar de fumar entre febrero y diciembre del 2023, según ha informado el Departament de Salut. A partir de febrero del año pasado, el Sistema Nacional de Salud incorporó una nueva modalidad de tratamiento farmacológico del tabaquismo, la citisina. El dato se hace público con motivo de la XXV Semana sin Humo, que se conmemora del 25 al 31 de mayo. De acuerdo con los resultados de la Enquesta de Salut de Catalunya (ESCA), el año pasado seguía fumando el 22,6% de la población mayor de 15 años. En una encuesta realizada entre 3.000 personas, el 56% apuesta por ampliar los espacios sin humo y la mitad cree que la normativa sobre tabaco en las terrazas no se cumple.

Esta misma encuesta revela que el 78% de las personas no fumadoras está a favor de prohibir fumar en las terrazas. Relacionado con eso, hay más personas partidarias de ampliar las medidas protectoras de la salud en espacios públicos como playas (65% a favor), en el coche (50%), en los centros educativos (82,2%) o en la calle (22,8%). Por el contrario, disminuye el número de personas que consideran que no se tiene que prohibir el tabaco (8,8% el 2024 y 12,3% en el 2023).

¿Quién fuma más?

Volviendo a la encuesta ESCA, los resultados muestran que el consumo del tabaco tiene más incidencia entre los hombres (25,5%) que entre las mujeres (19,8%). El 7,5% de las personas declaraba estar expuesta al humo ambiental del tabaco del hogar. El consumo es superior entre mayores de 65 años y entre aquellos con estudios secundarios. Por otra parte, se estima que cada año mueren en Catalunya casi 10.000 personas por enfermedades ocasionadas por el consumo de tabaco o la exposición al humo ambiental. La prevalencia del tabaquismo mantuvo una tendencia continuada a disminuir en el periodo 1994-2017 y se ha mantenido bastante estable a partir del 2018. Así, los fumadores son en torno a 1,5 millones en Catalunya.

Los cigarrillos electrónicos entre los jóvenes

Por otra parte, el consumo de cigarrillos electrónicos se mantiene en niveles relativamente bajos entre la población general, pero su uso durante la adolescencia es motivo de preocupación. De acuerdo con la ESCA, un 1,4% de la población mayor de 15 años declaraba estar utilizando cigarrillos electrónicos el año pasado, pero un 11,8% los había utilizado regularmente o los había probado anteriormente. El consumo actual y la experimentación previa con cigarrillos electrónicos son mucho más frecuentes en el grupo de 14 a 44 años en comparación con el resto de grupos, y un 76,3% de las personas que las utilizan o las han utilizado han optado por presentaciones con nicotina.

También en 2023, la encuesta ESTUDES, dirigida a escolares de 14 a 18 años, puso de manifiesto que un 52,3% de los participantes había consumido cigarrillos electrónicos alguna vez en la vida. El 44% lo había hecho en los 12 meses anteriores y el 24,8% en los últimos treinta días. En 2016 el consumo de estos cigarrillos alguna vez en la vida se estimó en un 22,6%. La venta y suministro de estos productos a menores de 18 años está prohibida.

Dejar de fumar con ayuda

El 59% de los fumadores han recibido ayuda o consejo para dejar este hábito, según la misma encuesta ESCA. El año pasado dejaron de fumar 61.100 personas atendidas por los equipos de atención primaria y 24.506 fumadores más siguieron tratamiento de cese en los centros integrados de la red de hospitales sin humo. El trabajo que ofrecen las dos redes se complementa con el apoyo para dejar de fumar que también ofrecen las farmacias, el 061 o los centros de la Red de Atención a las Drogodependencias. Además, la Agencia de Salud Pública distribuyó en 2023 de forma gratuita 310 tratamientos completos a personas con especiales necesidades, como personas con enfermedad mental o crónica, las que residen en barrios de bajo nivel socioeconómico o mujeres embarazadas.

¿Qué fuman los jóvenes de entre 14 y 18 años?

En los resultados se observa un menor consumo de las formas tradicionales de tabaco comparando con el 2023. Así, el 64,9% fuma cigarrillos convencionales, cuando el 2023 era el 69,1%; y un 2,3% fuma pipas o cigarros (5,4% en el 2023). En cambio, hay un consumo más alto de las nuevas formas de fumar entre jóvenes de 14-18 años y de 19-24 años. Destaca que un 14,3% de los jóvenes de entre 14 y 18 años declara consumir 'snus', un producto ilegal a Europa pero que se puede comprar por internet. En esta misma franja, un 28,6% asegura fumar cannabis, un 28,6% cigarrillos electrónicos y un 28,6% en cachimba. El porcentaje con respecto al cannabis es del 19,7% entre los jóvenes de 19 a 24 años y baja hasta el 6% entre los de 25 a 34 años.

Salut ha destacado también una mayor percepción de exposición al humo del tabaco en todos los espacios, ya que un 83% de los encuestados cree que está expuesto en las terrazas, un 51,9% en actividades lúdicas en espacios abiertos, un 43,6% en colas para entrar en locales, un 37,5% en las paradas de autobús, un 17,7% en los accesos a centros educativos, un 12,7% en casa y un 7,8% en el coche. Por otra parte, la mayoría aceptaba que el consumo de tabaco afecta al medio ambiente de manera negativa y un 95% estaría de acuerdo con sancionar tirar colillas al suelo.

Con respecto a medidas legislativas, la principal propuesta es intensificar las medidas educativas, seguido de aumentar el precio del tabaco, igualar la regulación de los nuevos dispositivos en el tabaco convencional, financiar todos los fármacos de primera línea para ayudar a dejar de fumar, eliminar o sancionar la publicidad encubierta y el empaquetado neutro del tabaco. El 56% está a favor de ampliar los espacios sin humo.