Los efectos de las pantallas en nuestra salud están en constante evaluación. Desde su impacto en el desarrollo cerebral, hasta su interferencia en el sueño, son múltiples los estudios que analizan cómo está afectándonos estos dispositivos con los que pasamos gran parte de nuestra vida y a los que dedicamos más horas que a cualquier otra actividad. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet ha revelado el vínculo que existe entre el tiempo frente a una pantalla y el mayor riesgo y gravedad de sufrir miopía, tanto en niños como en jóvenes.

La investigación ha sido llevada a cabo por investigadores y expertos en salud ocular de Singapur, Australia, China y el Reino Unido. En total, los expertos examinaron más de 3.000 estudios que analizan la exposición a dispositivos con pantalla y el desarrollo de miopía en personas de entre 3 meses y 33 años.

Después de analizar y combinar estadísticamente los estudios disponibles, los autores han concluido que los altos niveles de tiempo frente a la pantalla de dispositivos como los teléfonos móviles, se asocia con un riesgo 30% mayor de miopía. Cuando se combina con un uso excesivo del ordenador, el riesgo se eleva a alrededor del 80%, una cifra considerable.

Hombre ordenador

La investigación pone de relieve un problema importante, sobre todo teniendo en cuenta el incremento en el uso de las pantallas que se ha producido en millones de niños de todo el mundo a raíz del confinamiento derivado de la pandemia y la extensión de las clases online tras el cierre de colegios y universidades.

Según Rupert Bourne, profesor de Oftalmología en el Instituto de Investigación de la Visión y los Ojos de la Universidad Anglia Ruskin (ARU) y autor del estudio, “se espera que alrededor de la mitad de la población mundial tenga miopía para 2050, un problema de salud que está aumentando rápidamente. Nuestro estudio es el más completo hasta ahora sobre este tema y muestra un vínculo potencial entre el tiempo frente a la pantalla y la miopía en los jóvenes”.

Los expertos piden que se lleve a cabo una investigación urgente para ampliar y comprender mejor cómo la exposición a dispositivos digitales puede afectar nuestros ojos y visión. “También sabemos que las personas subestiman su propio tiempo frente a la pantalla, por lo que los estudios futuros deberían utilizar medidas objetivas para capturar esta información ", asegura el experto.

 

La miopía se produce por un problema de refracción en el ojo. Las personas que la padecen, no refractan correctamente la luz, lo que produce un problema de enfoque y deriva en que no se perciban nítidamente los objetos que están a una cierta distancia del ojo.