La pandemia del coronavirus ha hecho que pasáramos todavía más horas delante de las pantallas. Ordenador, móvil, tabletas, televisión, zambullirse en libros... han ocupado una parte muy importante de nuestro día a día durante meses (y siguen ocupándola). No es extraño, de esta manera, ver unos cuantos productos en las farmacias que ayuden a combatir la sequedad ocular. Algunos funcionan, de otros no tanto.

En una encuesta realizada a enero de la que se hace eco el diario The New York Times, destaca que dos tercios de los encuestados manifestaron síntomas de sequedad ocular, y más de una cuarta parte dijo que eso había empeorado con el uso de la mascarilla. A pesar de todo, Ira Udell, profesor de oftalmología en la Escuela Zucker de Medicina de Hofstra/Northwell, comentaba al mismo diario que aunque las mascarillas puedan causar incomodidad ocular, es poco probable que haya una relación entre las mascarillas y el ojo seco.

Ahora bien, de la misma manera que el uso de la mascarilla y el ojo seco es poco probable que tengan cosas en común, sí que podría estar más relacionado con el estrés pandémico. En dos estudios, que también menciona el rotativo norteamericano, los investigadores han encontrado un vínculo sólido entre el síndrome del ojo seco, el síndrome de estrés postraumáticos y la depresión.

¿Por qué tenemos los ojos secos?

Parece una tontería, pero el hecho de pasar tantas horas delante de una pantalla, para trabajar o entretenernos, podría ser uno de los causantes. Las personas parpadeamos con menos frecuencia y el resultado es precisamente este: ojos más secos y cansados.

Pero aparte de la 'ayuda' de las pantallas, notarse el ojo seco también puede ser fruto de una lubricación inadecuada de la superficie ocular. Esta problemática es más frecuente en personas de más de 50 años, pero la pandemia no tiene en cuenta las edades y cada vez son más los adultos jóvenes que sufren este problema. Los expertos, según parece, lo atribuyen al uso de los ordenadores y las pantallas móviles. Pero también al hecho de que los más jóvenes son los que más tendencia tienen a utilizar lentes de contacto, y el hecho de hacerlo de manera prolongada puede provocar también sequedad ocular.

Ahora bien, si tienes el ojo seco y no cumples ninguna de las características anteriores también puede ser que no cierres bien los ojos cuando duermes. Según destaca el mismo NYT, las personas que no cierran bien los párpados mientras duermen pueden desarrollar el ojo seco crónico.

Condiciones que pueden empeorar esta sensación

El humo, el aire muy seco derivado de la calefacción o el aire acondicionado son factores que precisamente no ayudan mucho a tener el ojo humedecido. La mayoría de gente que tiene problemas con los ojos secos utiliza una especie de lágrima artificial durante varias veces al día. La experta consultada por el diario norteamericano destaca que hay que probar diversos antes de encontrar el acertado.

 

 

Imagen principal: un joven descansa los ojos mientras trabaja frente al ordenador / Unsplash