Desde que empezó la campaña de vacunación conjunta contra el coronavirus en todos los países europeos –el pasado 27 de diciembre– no han parado de aflorar problemas de suministros, distribución o de producción en relación con las vacunas que la Unión Europea había pactado. Los líderes nacionales ya han acusado la adquisición conjunta de ser demasiado burocrática y limitante para sus miembros. Por si no fuera suficiente, cada vez se pone más de manifiesto la opacidad de estos contratos. Eso no quiere decir otra cosa, que, la mayoría de países o autoridades sanitarias, no saben qué dicen los contratos de distribución y suministro.

Sin ir más lejos, el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, lo ponía de manifiesto, nuevamente, en una rueda de prensa de este miércoles. Así, ha recordado el hecho de que AstraZeneca suministrará menos dosis de las pactadas con la Unión Europea y ha reiterado que los contratos que no se están cumpliendo no les han podido ver. "Europa y España tienen que tener una posición firme y reclamar el cumplimiento del contrato. Contratos que recuerdo que no conocemos su contenido", ha insistido.

Precisamente este movimiento ha puesto énfasis en la necesidad de saber qué se ha pactado y de qué manera. De hecho, desde Bruselas se ha exigido a las farmacéuticas que hagan públicos los contratos. Sin embargo, ¿es normal?

¿Hay motivos que 'justifican' la opacidad?

"No es nada nuevo", explica el experto en salud pública de la Universidad de Harvard Jonathan García. En conversación con la BBC Mundo expone que "es frecuente que en los contratos entre sistemas de salud de los países y las farmacéuticas se incluyan cláusulas de confidencialidad".

"Los laboratorios buscan fraccionar el mercado para poder negociar precios diferentes con los diferentes países", subraya. El motivo es que eso les permite negociar con los países en función de los recursos, ofreciendo precios más bajos en los países pobres o en desarrollo y exigiendo cantidades más altas a los más ricos.

Otro motivo por el cual se mantiene en secreto es por la información relativa a la producción y logística, pero también a las cláusulas de responsabilidad.

Tal como recoge un artículo de la BBC, la falta de compromiso de AstraZeneca ha disparado las alarmas. Hecho que ha comportado a la Unión Europea a pedir más transparencia. La urgencia por el desarrollo de una vacuna para una enfermedad que ha afectado a escala global podría haber comportado la aceptación de algunas limitaciones de responsabilidad importantes.

 

Imagen principal: un miembro del personal sanitario prepara una dosis de la vacuna contra el coronavirus / Efe