La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha rectificado y se ha mostrado "abierta" a "la evidencia emergente" que la Covid-19 se pueda transmitir por el aire. La profesora Benedetta Allegranzi, experta sanitaria de la entidad, ha afirmado que hay que entender las implicaciones sobre esta vía de transmisión y sobre "las precauciones que hay que tomar". 239 científicos de todo el mundo han elaborado artículos en que ponen de manifiesto este tipo de vía de contagio e instaron este lunes a la OMS a actuar en consecuencia, un hecho que la organización no ha desestimado.

Allegranzi ha explicado en rueda de prensa que la organización "ha discutido y colaborado" con muchos de los firmantes de estos artículos "durante los últimos meses" y ha corroborado que hay evidencias en este campo "como en todos los otros campos" en torno a la pandemia.

La experta ha querido subrayar que este es un campo de investigación que "está creciendo" y que ha puesto de manifiesto "evidencias emergentes" en torno a la transmisión de la Covid-19 por el aire, aunque "no son definitivas". "Por lo tanto, la posibilidad" de esta vía de contagio en escenarios "muy específicos", como ambientes cerrados, con mucha gente y poco ventilados no puede ser descartada".

Por su lado, la responsable de emergencias sanitarias de la OMS, Maria van Kerkhove, ha explicado que la organización trabaja con el grupo de científicos desde el 1 de abril y que desde hace semanas elabora un informe sobre esta posible vía de contagio "para intentar consolidar" todo el conocimiento que se tiene, una investigación que tiene que ver la luz "en los próximos días".

El aviso de los expertos

Los expertos habían advertido que se ha subestimado la transmisión del coronavirus en el aire en ambientes interiores, y apuntan que los casos se están multiplicando en bares y restaurantes, oficinas y mercados. Por este motivo, se recomienda el uso de máscaras en espacios con poca ventilación, más allá de la separación social recomendada, en escuelas, hogares de ancianos, residencias y oficinas.

La mayoría de estos expertos apuntan que la falta de claridad de la OMS y las reticencias a cambiar de opinión responden a cuestiones económicas. Subrayan el presupuesto cada vez más reducido de la OMS y las complicadas relaciones políticas que tiene que mantener, especialmente con los Estados Unidos y China. En la carta, los expertos celebran que el personal de la OMS haya ofrecido diariamente reuniones informativas y haya respondido incansablemente a las preguntas sobre la pandemia.

Pero lamentan, precisamente, que el comité de prevención y control de la infección esté regido por una visión rígida y demasiado medicalizada de las pruebas científicas. "Morirán defendiendo su punto de vista", dice una antigua consultora de la OMS que no quiere ser identificada.