La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado de que no ve necesario la vacunación masiva contra la viruela del mono, pero sí que cree oportuno administrar la vacuna postexposición. El Organismo de las Naciones Unidas ha explicado que está trabajando con la Unión Europea, una de las áreas más golpeadas por el virus con 12.000 de los 16.000 casos reportados, para la liberación de vacunas, así como con otros socios para concretar un sistema de coordinación internacional para la distribución de estas dosis. En Catalunya, la Red de Vigilancia Epidemiológica detectó 230 nuevos casos de viruela del mono en la última semana de junio, duplicándose los casos en el territorio.

"Cualquier persona que hubiera sido expuesta a alguien con viruela del mono se tendría que vacunar primero", ha dicho al especialista de la OMS en esta enfermedad, Rosamund Lewis, después de anunciar que actualmente se dispone de unos 16,4 millones de vacunas almacenadas. Lewis ha recalcado la importancia de que los países con capacidad de fabricación de diagnósticos, vacunas o terapias contra la viruela del mono incrementen la producción y la disponibilidad de contramedidas sanitarias. El director de la Oficina Regional para Europa de l'OMS, Hans Kluge, ha remarcado que las vacunas por sí solas no son suficientes para detener la epidemia y que las personas que están en riesgo también tienen que tomar medidas.

Tomar medidas contra la viruela del mono

Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud ha instado a los países a tomar medidas para reducir el riesgo de contagio, así como aumentar de manera significativa y rápida las capacidades nacionales de vigilancia, investigación, diagnóstico y rastreo de contactos de la viruela del mono para ayudar a identificar y rastrear todos los casos posibles. Además, ha pedido colaborar con los grupos y comunidades de riesgo y sus dirigentes para elaborar y difundir mensajes fundamentales destinados a reducir la transmisión y fomentar la utilización de los servicios sanitarios.

Por último, la OMS quiere realizar una colaboración interregional, basada en la voluntad política, para generar las pruebas que den apoyo al uso de vacunas y antivirales para la viruela del mono, así como para dirigirlos a las poblaciones con más riesgo de infección. La recomendación actual para las personas con viruela del mono es que se aíslen y no viajen hasta que se recuperen, y los casos de contacto deben controlar su temperatura y vigilar otros posibles síntomas durante el periodo de 9 a 21 días.

Síntomas y evolución de la infección

La infección se divide en dos periodos, según explica la OMS. El llamado periodo de invasión que dura entre 0 y 5 días y en que se puede sufrir fiebre, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios linfáticos, dolores de espalda y musculares y pérdida de energía. Más o menos entre 1 y 3 días después de la aparición de la fiebre, el paciente inicia una segunda fase que consiste en una erupción cutánea, es decir, en la piel. Afecta a la cara en más del 90% de los casos y las palmas de las manos y las plantas de los pies. En primer lugar, aparecen manchas con una base plana, que dan lugar a lesiones elevadas, después vesículas y, finalmente, costras, que se secan y caen. Pueden aparecer pocas o centenares de ellas por todo el cuerpo. La viruela del mono acostumbra a ser leve, sin embargo, tiene una tasa de mortalidad de entre el 1% y el 10%, siendo los niños los más vulnerables y con más probabilidad de morir.