La mayor parte de las mujeres han fingido algún orgasmo a lo largo de su vida. Así queda patente en un estudio recientemente publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, en el que se analizan las razones por las que lo hacen.

La investigación se realizó a partir de una serie de encuestas a 462 mujeres heterosexuales del Reino Unido y arroja resultados curiosos. Por ejemplo, cuanto más creían las mujeres que el orgasmo femenino era necesario para la satisfacción sexual de los hombres, más probable era que fingieran un orgasmo al menos una vez en la vida en comparación con las mujeres que nunca habían fingido un orgasmo.

Al parecer, según los datos que arroja el estudio, el hecho de fingir un orgasmo, para muchas mujeres –y en ocasiones de forma inconsciente– es una estrategia para retener a su pareja, una manera por la cual las mujeres esperan que los hombres se queden a su lado. De hecho, las mujeres que pensaban que sus parejas tenían más probabilidades de engañarlas tenían más probabilidades de haber fingido un orgasmo con su compañero. 

Pareja

En el estudio, los investigadores analizaron cómo las creencias específicas sobre el género y el sexo podrían estar asociadas a fingir un orgasmo. Entre otras cosas, descubrieron que si una mujer cree que el hombre con el que mantiene una relación sexual necesita que su pareja llegue al orgasmo para estar sexualmente satisfecho, es más probable que simule su orgasmo. Es decir, existe una diferencia entre querer que una pareja experimente el orgasmo por su propio placer, sin presión, y la necesidad de que la pareja tenga el orgasmo para sentirse bien consigo misma. Y esta diferencia puede ser la diferencia entre un orgasmo real y uno falso para una mujer. 

El estudio también apunta a que las mujeres que tienen creencias hostiles sobre su género (y rechazan el feminismo de una manera más acusada) fingen sus orgasmos con más frecuencia. Por otro lado, las mujeres que tienen creencias más tradicionales sobre las mujeres (es decir, que rechazan los postulados del feminismo, pero no de una forma tan beligerante) fingieron sus orgasmos con menos frecuencia. 

En cualquier caso, de todo el estudio se deduce que fingir un orgasmo es relativamente común, sobre todo cuando las mujeres piensan que su pareja podría engañarlas y cuando se sienten presionadas al orgasmo para satisfacer a su pareja.

Beso

De todas formas, no es algo exclusivo de las mujeres, pues también un porcentaje de hombres que finge cuando alcanza el clímax –menor, eso sí, que el de ellas–. Según una encuesta de la marca de productos eróticos Bijoux Indiscrets, más del 21% de los hombres había fingido e orgasmo alguna vez. Y hasta un 8,4% aseguraba que lo hacía prácticamente siempre. En estos casos, las razones tienen que ver con la sensación de no cumplir con la pareja y con la inseguridad que les producen a muchos hombres las relaciones con las mujeres.