Hay dolores de los que casi no se habla. El liquen escleroso vulvar es un ejemplo: una afectación que puede provocar picor, dolor y cambios en la piel de la zona genital, pero que muchas mujeres sufren en silencio, a menudo sin saber qué les pasa. Los tabúes y falsas creencias de que “es normal con la edad” o que no es tan grave, hacen que muchas no lleguen al correcto diagnóstico hasta pasado mucho tiempo.
Esta afectación, más frecuente de lo que se cree, es a menudo mal diagnosticada y condiciona profundamente el día a día de muchas mujeres, ya que genera molestias y malestar que las afecta. Para saber más sobre los síntomas, tratamiento y, sobre todo, romper tabúes sobre la salud vulvar, hemos hablado con la ginecóloga de Clínica Diagonal Evelyn Alba.

Una afección más frecuente de lo que parece
El liquen escleroso vulvar es una enfermedad crónica de la piel que afecta la zona genital y que, a pesar de ser relativamente frecuente, continúa rodeada de desconocimiento. La piel se vuelve más frágil e inflamada, lo que puede provocar picor, dolor e incomodidad. Según la doctora Evelyn Alba, ginecóloga especializada en ginecología regenerativa en Clínica Diagonal, “aunque pueda sonar extraño hablar de ello, es más común de lo que pensamos”.
El tabú en torno a la salud vulvar hace que muchas mujeres no acudan al médico o confundan los síntomas con molestias normales de la edad o de la menopausia.
Pero detectarlo a tiempo es clave para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Síntomas e impacto en la vida cotidiana
El picor intenso, especialmente durante la noche, es el síntoma más habitual de esta patología. Además, también puede aparecer escozor, dolor, molestias durante las relaciones sexuales y cambios visibles en la piel, que puede volverse más blanca o cicatrizada.
Estos síntomas no solo afectan el bienestar físico, sino también la autoestima, la vida sexual y emocional de muchas mujeres. “Muchas pacientes llegan después de haber sufrido durante meses o años porque creían que ‘era normal’. No lo es. Si hay picor o dolor, hay que consultar a los profesionales”, insiste la doctora.
Diagnóstico e importancia de la detección precoz
El diagnóstico se realiza habitualmente en la consulta ginecológica mediante una exploración visual. Pero, en algunos casos, puede ser necesaria una biopsia para confirmarlo. Aunque las causas no son del todo conocidas, se relaciona con factores hormonales, autoinmunes o genéticos, y no es ni contagioso ni infeccioso.
Detectarlo pronto es esencial: con un tratamiento adecuado se pueden controlar los síntomas y prevenir daños irreversibles en la piel vulvar.
Tratamientos y avances médicos
El tratamiento tradicional se basa en cremas con corticoides que reducen la inflamación y el picor. Pero, como explica la doctora Alba, “hoy disponemos de otras herramientas que mejoran los tejidos y ofrecen resultados más duraderos”. Entre estas nuevas opciones están las terapias regenerativas, como el plasma rico en plaquetas, los exosomas o las ondas de choque, que estimulan la regeneración de los tejidos, devuelven elasticidad y alivian los síntomas de la enfermedad de forma natural y progresiva.
En Clínica Diagonal, el tratamiento del liquen escleroso vulvar se realiza desde una visión global y personalizada. “No nos limitamos a tratar solo la piel —explica la doctora Alba—, porque entendemos que es una condición que puede estar relacionada con el estado general y hormonal de la paciente.”
Por ello, el equipo médico combina tratamientos médicos y regenerativos con una evaluación completa de la salud hormonal y del bienestar general. Cada plan terapéutico se adapta a las necesidades de cada mujer, con un acompañamiento cercano, continuo y personalizado.
La ginecología regenerativa: un nuevo horizonte en salud femenina
La ginecología regenerativa representa una nueva manera de entender la salud íntima femenina. Más allá de tratar la enfermedad, busca restaurar la salud y la función natural de los tejidos, aprovechando la capacidad regeneradora del propio cuerpo y poniendo a la mujer en el centro.
Más allá de tratar la enfermedad, busca restaurar la salud y la función natural de los tejidos, aprovechando la capacidad regeneradora del propio cuerpo y poniendo a la mujer en el centro.
Este enfoque permite abordar problemas muy comunes, como la sequedad vaginal, el dolor en las relaciones, pequeñas pérdidas de orina o los cambios después del parto o la menopausia, que antes muchas mujeres asumían como inevitables. Como nos explica la experta: “Ahora sabemos que no hay que resignarse. Hay soluciones reales que mejoran la calidad de vida y el bienestar emocional.”
Un mensaje de esperanza y empatía
El mensaje que la doctora Evelyn Alba quiere transmitir es claro: no hay que sufrir en silencio. El liquen escleroso vulvar tiene tratamiento, y buscar ayuda es el primer paso para recuperar la comodidad y la confianza.
En Clínica Diagonal, las mujeres encuentran un espacio seguro donde hablar abiertamente, sin tabúes, y recibir un acompañamiento médico y emocional completo. “Muchas mujeres piensan que deben aguantar el picor, el dolor o la sequedad. Pero no es así. Podemos ayudarlas a recuperar su calidad de vida”, sentencia la experta.