La sensación de cansancio continua es una condición bastante común en parte de la población. Acompaña el día a día de forma crónica y, aunque no resulta del todo incapacitante, interfiere de forma continua en la vida diaria, dificulta la concentración, la consecución de los logros y el estado de ánimo. Por eso es importante saber de dónde puede venir esa sensación de fatiga crónica, porque no siempre está detrás una patología concreta, sino unos hábitos de vida determinados. La buena noticia es que se pueden cambiar.

Estos son algunas de las razones por las que una persona puede sentirse cansada muy a menudo.

Ingerir carbohidratos refinados

Los carbohidratos son una fuente rápida de energía, que el cuerpo descompone y provoca un rápido aumento del azúcar en sangre. El páncreas tiene que producir una gran cantidad de insulina para equilibrar los niveles de glucosa, produciéndose una posterior bajada de la misma. Este mecanismo provoca una sensación de cansancio. La tendencia es volver a tomar alimentos ricos en azúcares para sentirnos mejor, pero lo cierto es que se produce un círculo vicioso y la única solución es minimizar el azúcar y los carbohidratos procesados ​​para sentirse con una mayor energía.

Llevar un estilo de vida sedentario

La inactividad puede ser la causa principal de la baja energía. El caso es que las personas que no lo practican suelen aducir que lo hacen porque se sienten demasiado cansados durante el día como para ponerse a hacer una actividad física. Pero las investigaciones han demostrado que cuando se comienza a realizar, al poco tiempo se recuperar la energía y la sensación de cansancio disminuye.

No tener unos buenos patrones de sueño

El sueño es un mecanismo reparador para nuestro cuerpo. No dormir lo que uno necesita o hacerlo de forma irregular puede provocar una sensación de cansancio interrumpido. La solución es clara: establecer una buena higiene del sueño. Procurar irse a la cama a la misma hora todos los días, como muy tarde a las once de la noche, y prepararse bien con actividades relajante para conciliar mejor el sueño. Levantarse temprano y no dormir una siesta demasiado larga también pueden ser beneficiosas para sentirnos mejor durante el día.

SueñoNo tomar las suficientes proteínas

La ingesta inadecuada de proteínas puede contribuir a la sensación de fatiga. Se ha demostrado que el consumo de este nutriente aumenta la tasa metabólica más que los carbohidratos o las grasas. Las recomendaciones de las principales asociaciones médicas son tomar 56 gramos por día para los hombres y 46 gramos al día para las mujeres. Además de ayudar a perder peso, esto también puede ayudar a prevenir el cansancio.

Hidratación inadecuada

Mantenerse bien hidratado es importante para mantener buenos niveles de energía. Las numerosas reacciones bioquímicas que tienen lugar en el cuerpo todos los días se traducen en una pérdida de agua que necesita ser reemplazada, porque sino se puede producir deshidratación. 

Niveles altos de estrés

El estrés crónico puede tener un efecto profundo en nuestro nivel de energía y calidad de vida. Aunque algo de estrés es normal, si es demasiado elevado y sostenido en el tiempo, puede conducir a una sensación de fatiga crónica. A veces no es posible evitar las situaciones estresantes, pero sí desarrollar estrategias para manejarlo y lograr relajarse en algún momento del día.