En el ámbito de la salud existen multitud de bulos que aparecen en distintas publicaciones, y sobre todo en Internet a través de las redes sociales, que han provocado que muchas personas tengan ideas erróneas acerca de los orígenes de enfermedades, tratamientos y prevención.

Uno de los casos es el de la dermatología, especialmente en lo que respecta al cuidado de la piel, entre otras razones por los enormes intereses económicos de un sector que mueve miles de millones de euros cada año. Estos son algunos de estos mitos, que deberías conocer para cuidar bien tu piel a diario.

Los mejores productos son los más caros

No todos los productos caros para el cuidado de la piel funcionan necesariamente mejor que los más baratos. El secreto está en la formulación y algunas marcas de supermercado que no cuestan demasiado tienen los mismos ingredientes que las más caras que venden en tiendas especializadas y bajo el nombre de grandes marcas. Hay muchos estudios que lo han demostrado.

Es cierto que algunos ingredientes, como la vitamina C, deben formularse correctamente para que funcionen con eficacia, y el proceso puede resultar más costoso. Pero otros productos que contienen hidratantes y limpiadores son fáciles de producir y lo único que se paga más es la marca. El secreto es fijarse en los ingredientes activos y no seguir la pauta del precio.

CremaEn muchos casos, no es necesario acudir a los productos más caros para tratar la piel de la forma adecuada

Si tienes la piel grasa, no hace falta hidratarla

La piel grasa puede estar deshidratada; de hecho, eso puede ser lo que contribuye a la producción excesiva de grasa como una forma de compensar en exceso esa deshidratación. Usar una crema hidratante con regularidad puede dejar la piel menos grasa porque ayuda a equilibrar la producción de esa grasa. La clave es elegir una fórmula liviana y sin aceite.

Hay cremas tópicas que pueden sustituir a los productos inyectables

Muchos productos venden como reclamo efecto bótox, o como relleno de arrugas. Pero lo cierto es que los tópicos funcionan de manera diferente a los inyectables. Son importantes para la protección solar, los antioxidantes, la hidratación o la exfoliación, pero no pueden lograr lo que logran los neuromoduladores como el bótox, por ejemplo, que interfieren con la comunicación entre el nervio y el músculo. Además, tampoco pueden penetrar lo suficiente como para tener efectos de relleno.

Cuanto mayor sea el SPF de tu protector solar, mejor

La diferencia en cuanto a la protección UVB entre un SPF 100 y un SPF 50 es marginal y no ofrece el doble de protección. El SPF 100 bloquea el 99% de los rayos UVB, mientras que el SPF 50 bloquea el 98%. Y un un SPF 30 bloquea el 96,7%. El número hace referencia al tiempo que puede ofrecer protección. Lo que es necesario es aplicar una cantidad adecuada, algo que la mayoría de la gente no hace y renovarla cada cierto tiempo.

Protector solarEl factor de protección solar es un elemento que confunde a mucha gente

Las ojeras son una señal de que estás cansado

La decoloración alrededor de los ojos ocurre cuando la sangre y los fluidos no circulan de manera eficiente. La falta de sueño puede exacerbar el problema, pero no es el origen. Podría significar que falta hierro o que no se está recibiendo suficiente oxígeno. Además, las ojeras también se vuelven mucho más prominentes cuanto más delgada es la piel, lo que ocurre de forma natural con la edad. No es sencillo tratar las ojeras de manera efectiva con cremas tópicas, pero usar una fórmula que contenga cafeína (conocida por ayudar a estimular la circulación y contraer los vasos sanguíneos) puede ayudar.