Las células cancerosas utilizan las células sanas para moverse y, por lo tanto, para empezar la metástasis, es decir las células sanas ''estiran'' las tumorales. Es la primera vez que se comprueba que una fuerza física tiene relación con la metástasis, un descubrimiento del Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC) que ha ido más allá y ha identificado que la fuerza se produce gracias a la interacción entre dos proteínas concretas.

La investigación se publica este lunes en la portada de la revista Nature Cell Biology y abre la puerta a una nueva diana terapéutica. De hecho, el IBEC ya trabaja al lado de la farmacéutica Herrero y la bioteca Mind the Byte para diseñar los inhibidores de esta interacción.

La investigación liderada por Xavier Trepat ha identificado el mecanismo a través del cual las células cancerosas consiguen escaparse del tumor sólido y por lo tanto, producir una metástasis, la auténtica causa de la muerte de los enfermos de cáncer actualmente. El trabajo, fruto de 4 años de investigación en el IBEC, aporta como principal novedad la incorporación de una ''bastante física'' en este proceso metástico, ya que hasta ahora, siempre se habían abordado mecanismos químicos.

Locomotoras y vagones pasivos

Así, los investigadores han conseguido identificar que las células sanas ayudan a derramar las células cancerosas. Taladrado, para explicarlo, utiliza la metáfora de un tren. Considera que las células sanas, los fibroplasts, son las locomotoras, mientras que las cancerosas son ''vagones pasivos'' que pueden moverse gracias precisamente a la fuerza de la locomotora. Es la primera vez que se habla de una ''bastante física'' en la metástasis y por este motivo, los investigadores han querido ir más allá y han podido encontrar qué produce esta fuerza y qué moléculas están implicadas.

La autora del artículo que se publica en portada este lunes en la Nature Cell Biology, Anna Labernadie, siguió investigando para descubrir este mecanismo surgía de la interacción de dos proteínas, que ya estaban identificadas. Las dos proteínas tienen funciones fisiológicas identificadas por separado, pero se desconoce la función que hace su interacción. Por este motivo, los investigadores probaron si interferir en este mecanismo de interacción condicionaba el movimiento de las células cancerosas y van comprueba que si se eliminaba una de ellas, no había ninguna célula que se escapara del tumor sólido.

Diana terapéutica

Por este motivo, el IBEC ya ha empezado a trabajar con la farmacéutica Herrero y la bioteca Mind the Byte, para una nueva ''diana terapéutica'' tal como explica Taladrado, porque no está descrito ''qué sea útil'' la unión de estas proteínas y por lo tanto, pequeños inhibidores que evitan que se enganchen las proteínas podrían evitar la metástasis en muchos cánceres.

El estudio se ha llevado a cabo con muestras de cáncer de pulmón y cáncer de piel, dos tipos muy diferentes de tumores, y por este motivo, Taladrado es optimista porque recuerda que la mayor parte de tumores sólidos tienen fibroplasts y por lo tanto, confía en que el mecanismo descubierto pueda funcional a nivel más general. De todos modos son aspectos que futuras investigaciones, dice Taladrado, tendrán que descubrir.