Sentirse cansado es una situación tan incapacitante como frustrante. Pasa el tiempo y el cansancio hace que sea difícil seguirle el ritmo a la vida. A largo plazo, la fuerza de voluntad no es suficiente y por eso conviene contar con recursos para aumentar el vigor necesario para sobrellevar mejor el día a día.

A veces, lo mejor es cambiar gran parte de la rutina de lo que se come, se bebe y proponerse llevar a cabo un plan de ejercicio que permita recuperar la forma adecuada en la medida de lo posible. Por otra parte, algunos suplementos también pueden ser de ayuda y, por supuesto, poner el acento en descansar más o, al menos, mejor.

Huevo con tostadasLos cambios alimenticios son importantes a la hora de mejorar la energía necesaria para afrontar el día

Comer para vencer la fatiga

Llevar a cabo buen desayuno junto con varias comidas pequeñas y saludables durante el día es una mejor estrategia que comer dos o tres comidas abundantes. Se trata de limitar la ingesta a comidas más ligeras de alrededor de 300 calorías cada una. Esto mantiene los niveles de azúcar en sangre estables y ayuda a evitar que la energía se desvanezca.

No conviene consumir alimentos ricos en carbohidratos refinados. Estos hacen que el nivel de azúcar en sangre suba rápidamente y luego baje con la misma rapidez, lo que hace que termine sintiéndose debilidad y cansancio. A cambio, se recomiendan los alimentos ricos en fibra y carbohidratos complejos, como los cereales integrales, el pan integral y verduras, porque ayudan a estabilizar el azúcar en sangre.

Asimismo, comer espinacas una vez al día es un remedio antiguo y útil para aliviar la fatiga. La espinaca contiene potasio y muchas vitaminas B, todas ellas importantes para el metabolismo energético.

Complementar las reservas de energía

El ginseng es una cura ancestral para la sensación de agotamiento. Se recomienda tomar dos cápsulas de 100 miligramos al día. Es un remedio que estimula el sistema nervioso y ayuda a protegerse de los estragos del estrés.

Introducir en la dieta 400 miligramos de magnesio todos los días favorece la transformación de proteínas, grasas y carbohidratos en fuentes de energía. Una deficiencia leve de magnesio puede ser una causa importante de fatiga en muchos casos.

La coenzima Q10 también ayuda a las mitocondrias a producir energía. Tomar 30 miligramos dos veces al día, en el desayuno y el almuerzo se ha demostrado beneficioso. Además de poder tomarse en forma de suplemento, también se encuentra en ciertos alimentos, incluidos los frutos secos y los aceites.

Bebidas que combaten la fatiga

Se debe beber agua durante todo el día, al menos ocho vasos. No hay que esperar hasta tener sed, porque incluso un poco de deshidratación puede causar fatiga.

Asimismo, conviene mantener las bebidas con cafeína al mínimo. La cafeína en el café y algunos refrescos pueden darle una explosión de energía a corto plazo, pero después, generalmente se produce una caída. De igual manera, es bueno limitar el consumo de alcohol, porque deprime el sistema nervioso central y reduce el nivel de azúcar en sangre.

¿Cómo puede ayudar el ejercicio?

Practicar ejercicio merece mucho la pena y no tiene por qué ser una cuestión que produzca pereza realizarlo. Basta con tratar de hacer al menos 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico cinco días a la semana. Ejercitar el cuerpo no solo provoca un impulso de energía sino que ayuda a dormir mejor.

Practicar yoga o tai chi no solo son dos alternativas para hacer ejercicio físico sino que también incluyen componentes de relajación que pueden ser revitalizantes.

Hacer 10 minutos de ejercicio de bajo nivel cuando se físicamente se sienta cansancio está muy recomendado. Por lo general, las personas con fatiga tienen un suministro reducido de difosfato de adenosina, un mensajero intracelular involucrado en el metabolismo energético. Actividades sencillas como caminar, respirar profundamente o realizar estiramientos durante unos minutos puede ser suficiente para reactivarse.

CaminarCaminar es uno de los sencillos ejercicios que ayudan a incrementar la energía

Dormir lo suficiente

Es importante levantarse siempre a la misma hora, incluso los fines de semana. Así el cuerpo acabará dominando pronto el horario de sueño constante.

Además, merece la pena acostarse más temprano de lo normal si se necesita dormir más. Siempre que nos levantemos a la misma hora todas las mañanas, está bien tener un horario flexible para ir a la cama.

Por último, las siestas deberían ser cortas. Si se duerme más de media hora durante el día, el cuerpo querrá más y costará activarse al despertar.