¿A primera hora del día o a última de la tarde? ¿Cuál es la mejor hora para hacer ejercicio? Pues aunque eso depende de los horarios de cada persona y sus preferencias, lo cierto es que la ciencia parece decantarse por la opción de hacer ejercicio físico al final de la tarde.

Así ha quedado de manifiesto en este estudio publicado en la revista Cell Magazine y llevado a cabo en la Universidad de California, que concluye que existe un vínculo significativo entre la hora del día y los beneficios del ejercicio. 

En la investigación se analizaron ratones de laboratorio y personas. Los ratones son animales nocturnos y en ellos los beneficios de hacer ejercicio resultaron mayores cuando lo hacían al final del día. En cambio, las personas son diurnas, lo que parece indicar que los mayores beneficios se producirían durante las primeras horas del día. Sin embargo, en el estudio ocurrió lo contrario. La actividad física resultó más beneficiosa también para las personas que la practicaban al final de la tarde.

Los expertos aseguran que esta circunstancia parece estar relacionada con los cambios hormonales que sufre el cuerpo a lo largo del día en virtud de su ciclo circadiano. Según destacan, la producción de la hormona del crecimiento se produce en la mitad de la noche, mientras que el cortisol se produce en la madrugada, lo que está relacionado con el hecho de que determinadas horas del día son mejores para alcanzar objetivos específicos de ejercicio. 

En cuanto al tipo de ejercicio, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard publicó recientemente una guía con los mejores cinco ejercicios para ponerse en forma. Son los siguientes.

  • Natación. Este deporte encabeza la lista. Es uno de los más completos que existen porque implica la acción coordinada de prácticamente la totalidad de los músculos del cuerpo, especialmente los de la espalda. Además, la resistencia que ofrece el agua mejora las articulaciones y permite un trabajo aeróbico muy adecuado.
  • Tai-chi. Este arte marcial tradicional chino fomenta un entrenamiento muy equilibrado tanto para el cuerpo como para la mente. Mejora el equilibrio, la coordinación, la fuerza y la concentración.
  • El entrenamiento de fuerza. En los últimos años, ha quedado de manifiesto la importancia de realizar a diario entrenamiento de fuerza para fortalecer los músculos y prevenir la sarcopenia con el paso de los años. Se puede realizar con el propio peso corporal (sentadillas, flexiones) o con pesas u otro tipo de cargas.
  • Caminatas. Dar un paseo a buen ritmo, con la espalda recta y moviendo los brazos es un ejercicio perfecto para iniciarse en la actividad física. Mejora la circulación, el estado físico y la salud mental.
  • Ejercicios de Kegel. Aunque generalmente se suelen indicar para mujeres, lo cierto es que son también muy beneficiosos para el hombre. Sirven para fortalecer el suelo pélvico. Previenen la pérdida de orina y mejoran la actividad sexual.