Una de cada tres personas aproximadamente viven la vida con una situación de miedo constante, lo que les provoca una gran incapacidad para afrontar el día a día y una ansiedad enfermiza, así como otro tipo de trastornos derivados del estrés.

 

La mayoría de ellos sigue una terapia cognitiva conductual o un tratamiento con antidepresivos, pero realmente solo la mitad logra resultados positivos. El resto no encuentra alivio para sus problemas emocionales. Por eso es interesante una nueva propuesta de la Universidad de Yale que se acaba de hacer pública tras haberse realizado una investigación con un grupo de pacientes: cuando la vida desencadena un miedo excesivo, es aconsejable utilizar una señal de seguridad. 

Mujer miedo

Tanto en los humanos como en los ratones, un símbolo o un sonido que nunca se asocia con eventos adversos puede aliviar la ansiedad a través de una red cerebral completamente diferente a la activada por la terapia conductual existente.

La investigación ha sido publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Según subrayan los expertos, “una señal de seguridad podría ser una pieza musical, una persona o incluso un elemento como un animal de peluche que representa la ausencia de amenaza”.

El enfoque es diferente del de la terapia cognitivo conductual, que expone lentamente a los pacientes a la fuente de su miedo –como pueden ser los insectos–, hasta que un paciente descubre que no representan una amenaza significativa y disminuye la ansiedad. Aunque para algunos es útil, para otros no supone una ayuda.

Según los investigadores, cuando se les presentó la amenaza a los pacientes que intervinieron en el estudio y luego se les expuso a un segundo estímulo que representaba para ellos una fuente de seguridad y calma, el miedo disminuyó notablemente en ellos, mucho más que cuando los expusieron de forma lenta a la amenaza para que la hicieran frente.

Para analizar el comportamiento, se utilizaron escaneos cerebrales personas y de ratones, después de exponerlos a diferentes señales. Al parecer, la opción que ha presentado la Universidad de Yale activó una red neuronal diferente a la terapia de exposición, dando a entender que esta nueva estrategia podría ser una forma efectiva de aumentar las terapias actuales.

Rechazo

Según los doctores que han participado en el estudio, la razón es que la terapia basada en la exposición depende de la extinción del miedo, y aunque se genera una cierta sensación de seguridad durante la terapia, esta compite con la memoria de la amenaza previa, que no llega a desaparecer.

Esto hace que se produzcan recaídas con mayor frecuencia, porque la estrategia no está asociada a factores que proporcionen seguridad frente a lo que están sintiendo los pacientes. Esta nueva terapia está destinada para aquellas personas que sufren graves trastornos relacionados con la ansiedad.

Los autores no quieren restar importancia a la terapia cognitiva conductual y a los antidepresivos, porque pueden ser altamente efectivos, pero una parte sustancial de la población no se beneficia lo suficiente, o los beneficios que experimentan no se mantienen a largo plazo.