Un equipo internacional de investigadores, liderado por el Institut de Bioenginyeria de Catalunya, ha desarrollado una tecnología pionera que permite producir organoides renales humanos de manera escalable, combinarlos con riñones de cerdo fuera del cuerpo y trasplantarlos de nuevo al mismo animal de forma viable, sin que se registren daños ni toxicidad. El estudio, que se ha hecho en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC), la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), el Instituto de Salud Carlos III y grupos de investigación internacionales, establece las bases para la utilización de organoides de riñón derivados de células madre humanas para terapia celular en ensayos clínicos.
Investigación liderada desde Cataluña que marca un nuevo hito
El estudio, que fue liderado por la investigadora Núria Montserrat (en la actualidad consejera de Recerca i Universitats de la Generalitat de Catalunya), representa un hito en el campo de la medicina regenerativa y personalizada, ya que establece las bases para la utilización de los organoides de riñón derivados de células madre humanas para terapia celular en ensayos clínicos. Los organoides de riñón tienen una estructura tridimensional, pero un tamaño que se reduce a unas micras y son 'cultivados' en el laboratorio a partir de células madre humanas, y aunque no se trate de un órgano completo sí que consigue reproducir muchas de sus estructuras y sus funciones principales, por lo que permiten estudiar cómo se desarrolla el riñón, probar nuevos fármacos, y, en el futuro, podrían ser utilizados para reparar tejidos renales dañados o mejorar órganos destinados al trasplante.
La investigadora Elena Garreta, del grupo de Pluripotencia para la regeneración de órganos del IBEC y coautora del estudio, ha subrayado que, a pesar del gran potencial clínico de los organoides, uno de los grandes retos para aplicar esta tecnología en tratamientos médicos reales era conseguir producirlos de manera escalable, uniforme y asequible. "Ahora, con nuestro nuevo método, podemos generar miles de organoides renales en condiciones controladas y en poco tiempo, con una gran precisión y sin necesidad de componentes complejos, lo cual abre la puerta a aplicaciones como la detección de fármacos o el estudio de enfermedades", ha asegurado la investigadora.
Un futuro donde poder acondicionar los órganos antes de trasplantarlos
El estudio apunta a un posible futuro escenario clínico en el que los órganos destinados al trasplante puedan ser tratados y acondicionados antes de implantarlos, y se está colaborando con otras instituciones para trasladar la investigación a un entorno quirúrgico realista y preclínico. La directora de la Organización Nacional de Trasplantes, Beatriz Domínguez-Gil González, ha señalado que aunque cualquier aplicación en humanos está lejos en el tiempo "podemos vislumbrar un futuro en el que los organoides humanos permitan reparar o regenerar órganos dañados". Esto podría, a largo plazo, reducir la necesidad de trasplantes y aumentar la disponibilidad de órganos viables para uso clínico, ha manifestado la también coautora del estudio, y ha asegurado que si la tecnología probada demuestra su eficacia y seguridad "podría abrir la puerta a regenerar órganos antes de proceder a su trasplante", lo cual permitiría recuperar órganos que hoy no son aptos para uso clínico y acortar los tiempos de espera.