Un soplo cardíaco es un sonido anormal que se produce debido a vibraciones o turbulencias que la sangre causa cuando fluye a través del corazón. Generalmente se descubre cuando un médico lo escucha a través de un estetoscopio. Normalmente son benignos y no causan complicaciones, pero en ocasiones pueden indicar una afección cardíaca grave, por lo que lo mejor es realizar un estudio que analice la causa de su prevalencia. En los niños son bastante habituales –aproximadamente el 72% lo padece– pero muchos desaparecen con la edad. Sin embargo, en otros casos continúan en la edad adulta.

Corazón

Cuando las válvulas cardíacas se abren y cierran, emiten un sonido particular, pero cuando no lo hacen de forma normal, la sangre puede filtrarse hacia atrás o no fluir hacia delante, lo que origina el murmullo que se denomina soplo.  Existen dos tipos, los benignos, que ocurren cuando no hay anormalidad estructural o condición cardíaca presente, y los anormales, que se producen cuando sí que existe una enfermedad cardíaca que está causando ese sonido. 

Las personas con soplos cardíacos benignos pueden vivir una vida relativamente normal. Por lo general, pueden hacer ejercicio y practicar deportes sin problema.  Pero los anormales, que son menos comunes, sí que requieren una atención médica específica, al estar asociados con una enfermedad valvular cardíaca. 

Las posibles causas

 

Pueden deberse a varias circunstancias. Por ejemplo, circunstancias o etapas en la vida, como hacer ejercicio de intensidad, el embarazo o la anemia pueden causar un flujo sanguíneo alto, al igual que el hipertiroidismo, la fiebre y el crecimiento rápido. Esto podría conducir a un soplo benigno, también llamado inocente.

En otros casos el origen está en un problema con una válvula en el corazón, como la estenosis aórtica o una válvula aórtica bicúspide. También pueden deberse a problemas ventriculares, como la insuficiencia mitral funcional. Otras enfermedades como la endocarditis y el lupus, también pueden causar un soplo cardíaco, así como una patología cardíaca congénita.

El hecho de que la abertura entre la aorta y la arteria pulmonar no se cierre correctamente después del nacimiento, o la acumulación de calcio en las válvulas cardíacas con la edad, la dilatación de la válvula aórtica, una endocarditis infecciosa –una infección bacteriana del revestimiento del corazón–, la enfermedad cardíaca reumática crónica… todos son causas que provocan la aparición de soplos, por lo que es necesario que el médico descarte la existencia de otras patologías que puedan causar graves complicaciones para la salud.

Dolor pecho

Los síntomas del soplo

 

Los soplos benignos no suelen causar síntomas, pero los anormales si. Por eso es necesario acudir a un especialista si se presentan desmayos repentinos, sensación de aturdimiento o piel de color azulada, un hígado de mayor tamaño de lo normal, sensación de molestia en el pecho o hinchazón en las extremidades del cuerpo. El agrandamiento de las venas del cuello, la tos persistente o la dificultad para respirar en algunas ocasiones pueden ser también signo de padecer un soplo con posibles complicaciones.