Los programas de vacunación contra el coronavirus avanzan lentamente. En algunos países, sin embargo, ha habido sorpresas como en el caso de Chile e Israel. Este último tiene truco, ya que estos datos se deben en buena parte a un acuerdo que llegó con la farmacéutica Pfizer de vacunas a cambio de datos. Ahora bien, a pesar de avanzar rápidamente y ser los dos países del mundo con un porcentaje más elevado de población totalmente vacunada, mientras uno de ellos vuelve a lo que podría parecer una 'nueva normalidad', el otro vuelve a cerrar y endurecer las medidas de movilidad.

Israel ha conseguido bajar las tasas de infección y también los ingresos hospitalarios y muertos a consecuencia del coronavirus. Los hoteles, cines, conciertos y tiendas están abiertas, aunque todavía hay en vigor algunas restricciones como el uso de la mascarilla y las reuniones en el interior están limitadas.

De hecho, un análisis del biólogo computacional del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel, Eran Segal, y que recoge también el diario británico The Guardian, informó que desde un pico de infecciones en enero, el país había visto caídas diarias del 96% en los casos, del 90% en pacientes críticos y del 85% en las muertes.

Por qué se han disparado los casos en Chile

En la otra cara de la moneda está Chile. Así como Israel ha utilizado sólo la vacuna de Pfizer, Chile ha utilizado también esta pero también la Sinovac china. Los casos, sin embargo, se han vuelto a disparar.

Desde el diario británico se señala a una posible sensación de confianza falsa. Es decir, el hecho de que haya habido una velocidad de vértigo en el programa de vacunación habría provocado una sensación de seguridad que habría comportado a levantar las medidas o restricciones de movilidad demasiado pronto, dejando de lado los riesgos.

El país, según expone el rotativo, abrió las fronteras el mes de noviembre y tramitó algunos permisos para que los chilenos pudieran ir de vacaciones. No había demasiados controles a las personas que entraban en el país y el sistema de rastreo de contactos no habría sido lo suficientemente sólido.

Con las escuelas reabiertas y restaurantes o centros comerciales, el virus habría tenido vía libre para circular, hecho que habría provocado, creen a los expertos, una fuerte subida en el número de casos.

Ahora bien, hay que tener en cuenta varias cosas, según exponen al The Guardian. Por una parte, Israel ha utilizado una sola vacuna, la de Pfizer. Mientras que Chile ha combinado dos. También hay que tener en cuenta las diferentes variantes que pueden haber circulado por ambos países.

La idea de Chile

Chile negoció con varias farmacéuticas la compra de vacunas casi desde los primeros meses de la pandemia, hecho que facilitó que pudiera acceder a diferentes vacunas que posteriormente han sido autorizadas, según recoge un artículo de la BBC Mundo. Tal como señala un artículo de Euronews, a mediados del año pasado, el país ya había garantizado más de 30 millones de dosis de varios laboratorios. Esto, unido a un efectivo sistema de vacunación o de una asistencia primaria desarrollada a lo largo de los años, ha permitido situarse al frente, no sólo a escala regional, sino también entre los países del mundo con un porcentaje de vacunados más elevado.

El gobierno chileno, a pesar de los confinamientos actuales, confía en alcanzar la inmunidad de grupo antes del mes de julio, un objetivo realista que provoca admiración y cierta envidia entre los países vecinos y no tan vecinos.

 

 

Imagen principal: un miembro del personal sanitario prepara una dosis de la vacuna contra el coronavirus para ser administrada / Efe