Hablar de felicidad en estos tiempos parece una utopía para la mayoría de las personas pero lo cierto es que, aunque vivimos una etapa muy complicada, podemos poner en práctica ciertos hábitos que nos pueden ayudar a ser un poco más felices y hacernos más llevadera la situación. Los científicos definen a las personas felices como aquellas que tienen un temperamento positivo, con unas relaciones sociales sólidas y los recursos para progresar hacia las metas que se proponen.

En un Informe de la felicidad mundial de las Naciones Unidas de 2018, que pidió a las personas de más de 150 países que evaluaran su vida en una escala del 1 al 10, los tres primeros fueron Finlandia, Noruega y Dinamarca, que se calificaron por encima de 7,5. Al final somos cada uno de nosotros los que podemos poner de nuestra parte para encontrarnos un poquito mejor. Los siguientes son algunos consejos útiles para poner en práctica.

Pareja sonriendoPoner atención a unos pocos aspectos, facilita lograr una mayor felicidad

>Los expertos dicen que nuestro cerebro, desde tiempos inmemoriales, ha estado preparado para enfrentarse a los peligros que acechaban a los hombres prehistóricos, Es lo que se conoce como sesgo de negatividad, que los mantenía listos para esquivar los peligros. Eso significa que estamos programados para pensar que algo negativo puede sucedernos y así poder enfrentarnos a ello. En este sentido, podemos hacer un esfuerzo en intentar apreciar las cosas buenas que nos suceden en el día a día, aunque sean insignificantes, o detenernos a ver algo bello para así anular ese sesgo de negatividad. En definitiva, entrenar nuestro cerebro para apreciar lo positivo.

>Uno de los grandes problemas a los que nos estamos enfrentando en esta pandemia, además de la potencial peligrosidad de la enfermedad, es la restricción de movilidad y las medidas de aislamiento impuestas para contener el virus, que está provocado otra pandemia, esta vez de soledad. Para superar este obstáculo hay que hacer un esfuerzo, aunque sea online o por teléfono, para mantener el contacto con los demás, mantener conversaciones e interesarse por la vida de los otros.

>Una trampa en la que solemos caer a la hora de buscar la felicidad es pensar que esta nos llegará cuando sucedan determinadas cosas o cuando termine una acontecimiento que estamos viviendo. Pero eso es como dar una patada hacia delante a la felicidad. Lo que hay que hacer es concentrarse en el presente, mantener el cerebro enfocado en el día a día y, como decíamos antes, apreciar todo lo bello o positivo que puede haber en cada jornada.

>Es fácil levantar la vista y pensar que los demás están llevando una vida mucho más feliz que la tuya y que eres un desgraciado mientras a los otros les va bien. Es un pensamiento recurrente en muchas personas, de hecho. Pero no se corresponde con la realidad. Ahora pasa mucho más entre adolescentes y jóvenes con las redes sociales, donde famosos e influencers se dedican a promocionar aspectos de su vida que no dejan de ser más que una imagen de cara a la galería, pero que no se tiene por qué corresponder con la realidad que viven. Hay que concentrarse en la propia vida y, sobre todo en el caso de los jóvenes, desconectar de vez en cuando de las redes sociales.

FamiliaConviene no fijarse tanto en los demás y disfrutar de la vida de uno mismo

>Y por último, no hay que dejar de lado el estrés. Es inevitable sentirlo en los tiempos que nos está tocando vivir, pero podemos llevar a cabo estrategias que nos ayuden a relajarnos. Meditar, hacer respiraciones, darnos paseos por parques o zonas verdes, baños relajantes… a veces puede dar pereza hacerlo, pero dar a nuestro organismo la posibilidad de respirar unos minutos y no sentir el estrés puede ser mucho más beneficioso de lo que pensamos.