A finales de los años 70, el bailarín rumano Juliu Hovarth sufrió una lesión que le mantuvo apartado de su profesión durante algún tiempo. Con el objetivo de recuperarse lo mejor posible, creó un método que combinaba elementos de diferentes disciplinas, como la gimnasia deportiva, el tai-chi, la natación, la danza y el yoga, y le puso por nombre gyrotonic.

Los resultados de la aplicación del método en su propio cuerpo fueron asombrosos, así que se decidió a impartirlo a más personas por su capacidad de ofrecer una respuesta integral. Desde entonces, ha ido poco a poco extendiéndose en otros países y, a día de hoy, es una de las disciplinas que goza de un mayor auge entre aquellos que quieren ponerse en forma y tratarse las lesiones, dolores de espalda y otro tipo de molestias para las que el ejercicio físico es fundamental como terapia.

El método tiene una peculiaridad y es que utiliza un equipamiento especial. Al igual que ocurre con el pilates y sus poleas, el gyrotonic utiliza un máquina llamada Pulley Tower, que consiste en unos platos giratorios que se asientan sobre una estructura y que contienen también un sistema de poleas, cuerdas y contrapesos con los que se realizan los diferentes ejercicios.

Máquina gyrotonic

El objetivo es ejercitar toda la musculatura del cuerpo, pero sin hacer movimientos demasiados bruscos que pudieran causar daños a las articulaciones y los músculos. Generalmente se utiliza para realizar movimientos de tipo circular, ondulatorios o en espiral. La sensación que provoca es como si se estuviera haciendo una actividad física dentro del agua.

Aunque en un principio estaba muy indicado para personas que necesitaban recuperarse de algún tipo de lesión, por el bajo impacto de sus movimientos, lo cierto es que hoy en día lo utilizan todo tipo de personas. Desde aquellas que quieren ponerse en forma pero no desean realizar una actividad demasiado brusca, a aquellos que sufren determinadas patologías de forma crónica, como dolores de espalda o contracturas. Los resultados son muy positivos, pues se trabajan la mayor parte de los músculos del cuerpo. Los expertos aseguran que, sobre todo, está indicado para mejorar en tres aspectos: la resistencia, la fuerza y la flexibilidad.

Normalmente las clases de gyrotonic duran alrededor de una hora y se inician con un calentamiento previo, al que sigue una serie de ejercicios para estirar los músculos, siempre utilizando la plataforma que desarrolla el método. Uno de los grandes objetivos de esta disciplina es fortalecer la musculatura de la espalda y la espina dorsal, por lo que buena parte de este precalentamiento se centra en esta parte.

Gyrotonic

A medida que transcurren los minutos, la intensidad de la clase va subiendo, así como los giros y las espirales, para que comiencen a trabajar el resto de músculos del cuerpo. Cuando se llega a la máxima intensidad, se vuelve de manera progresiva a reducir la carga del ejercicio, pero de una forma pausada para no hacer sufrir de más a las articulaciones y que la musculatura se relaje.

Quienes lo practican dicen que los resultados son bastante inmediatos y que en seis meses de actividad se pueden observar cambios muy notables. Aun así, sobre todo en el caso de lesión, lo más aconsejable siempre es consultar primero con el especialista para que aconseje el procedimiento más adecuado.